miércoles, 29 de septiembre de 2010

Marcelo Zlotogwiazda y el derrumbe del periodismo "independiente".

El periodismo argentino funciona, como diría Roland Barthes, según un “sistema de relaciones, de apoyos y modelos”, anteriormente pacífico y actualmente en conflicto, gracias a “6-7-8”, entre otras cosas. Es decir, un “campo intelectual” (aquí remitimos a Pierre Bourdieu) muy activo y polémico donde se disputan posiciones de poder y legitimación.
Esto viene a cuento para comentar la actitud indignada que exhibió ayer Marcelo Zlotogwiazda, en la emisión del programa “Palabras más, palabras menos”, que se difunde por la señal de cable Todo Noticias, propiedad del muy hegemónico y abusivo Grupo Clarín.
¿Cuál fue el motivo de esa indignación o reclamo narcisista? Algo muy simple, y primario. La exhibición, durante la marcha a favor de la plena aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ayer por la tarde frente al edificio de Tribunales, de pancartas que señalaban como periodistas serviles a sus patronales a varios profesionales, empleados de la corporación mediática (Clarín y sus colaterales). Entre ellos, al propio Zlotogwiazda. Los carteles en cuestión mostraban una leyenda, calada en rojo: “Empleado del mes”. Debajo, una foto de los periodistas “escrachados” con un “globito” -al mejor estilo de las historietas- que decía “Yo estoy a favor de los monopolios”. Estos carteles estaban firmados por la Juventud Peronista de la Provincia de Buenos Aires.
Al respecto, en la presentación del programa, Zlotogwiazda señaló, en su réplica:
“No es la primera vez. Hubo una primera vez, en una marcha convocada por el programa hiper oficialista ‘6-7-8‘, donde algunos periodistas aparecían con un dólar como mordaza en la boca. Hubo en un segundo caso afiches donde decía ‘¿se puede ser periodista independiente trabajando para una apropiadora de bebés?’, y ahí aparecíamos periodistas del Grupo Clarín. Y hoy como tercera vez. Pensar, decir, creer y escribir que Ernesto (Tenembaum), Jorge (Lanata), Nelson (Castro); personas que yo conozco personalmente, y mucho, están a favor de los monopolios, ¡es un dislate! Es descabellado, basta repasar archivos”.
Tal vez el periodista Zlotogwiazda no se haya manifestado nunca a favor de los monopolios en general, pero nos gustaría que nos muestre un archivo reciente donde él se manifieste críticamente respecto de la abusiva posición dominante del Grupo Clarín, y de sus maniobras corporativas en contra de la Ley de Medios aprobada por el Parlamento nacional.
Y sigue Zloto: 
“No quiero detenerme en ese detalle, de los dos (que yo estoy a favor de los monopolios) sino en el otro, en el ‘empleado del mes’. Lo mismo que en el primer caso, con el dólar de la mordaza, el mensaje es: ‘Dicen lo que dicen, opinan lo que opinan, informan lo que informan, tienen el enfoque que tienen, porque alguien les paga’. Lo que están diciendo, casi literalmente, es: ‘somos mercenarios’. Se desprende de todo eso una idea de que alguien no puede pensar distinto al Gobierno. Y llámese ese distinto muy distinto, poco distinto, con algún matiz, totalmente distinto, que no sea con honestidad. Es un pensamiento realmente intolerante creer que alguien no pueda tener diferencias con el Gobierno, muchas, pocas o totales, que no sean auténticas, que no sean por convicción”.
Un aparte. Algunos años atrás (en 2003), Héctor D’Amico, secretario general de redacción de La Nación, señaló al ser entrevistado: “Katharine Graham, la dueña y directora del Washington Post, quien dirigía ese diario durante el Watergate, me dijo una frase de la que no me voy a olvidar: ‘El deber de todo periodista es elegir muy bien a su patrón. Eso le va a evitar muchas complicaciones en la vida’. (*)
Y este es el problema de Zlotogwiazda: no eligió bien (o sí, quizás) a su patrón. Queda claro que él no puede pensar distinto, que no puede tener diferencias con Clarín. Sería interesante que este periodista, que se presume autónomo, revisara cuáles son las manifestaciones de pluralismo en TN, cuánta diversidad informativa subsiste allí, o en los diferentes medios que responden al Grupo Clarín. Por caso, ¿qué hace, dice, informa Clarín respecto de la investigación sobre la identidad de los hijos adoptados/apropiados por la señora Ernestina Herrera de Noble? ¿Qué informa Clarín acerca del escándalo producido en ocasión de la búsqueda de muestras para cotejar el ADN de Marcela y Felipe? ¿Qué hizo Clarín ayer mismo con el pedido de las Abuelas de Plaza de Mayo acerca de la reserva de identidad del nieto recuperado 102? ¿Qué hace Zlotogwiazda con estas cuestiones en su programa emitido por TN?
Hace silencio y prefiere aguijonear sobre el discurso exaltado (y quizás contraproducente) de Hebe de Bonafini durante el acto de ayer. Toma partido, y se ensucia, y se compromete con la causa de sus patrones, y punto. Él, Marcelo Zlotogwiazda, es parte de esa maquinaria constructora de hegemonía cultural a favor del establishment, es un soldado más de esa fábrica de mentiras travestidas bajo el rubro “periodismo independiente”. Que se haga cargo.

(*) “Los que hacen la noticia. Periodismo, información y poder”. Stella Martini y Lila Luchessi. Editorial Biblos. 2003.

martes, 28 de septiembre de 2010

Gerardo Morales sabrá el año que viene lo que piensa

Es bien sabido que el senador Gerardo Morales (UCR Jujuy) es un “hábil declarante”, que suele tirar la pelota afuera cuando no le conviene seguir con la discusión (véase al respecto, su vergonzoso papel en la polémica con Amado Boudou, sobre política económica y social en épocas del gobierno de Fernando De la Rúa). Ayer, Gerardo Rozin, en su programa “Esta noche”, que se emite por C5N, le hizo preguntas acerca del futuro del radicalismo, sobre el porvenir de la ley de medios audiovisuales y, en particular, sobre el programa estatal Fútbol para Todos. Y en este punto, el senador Morales volvió a hacer “jueguito para la tribuna” y a postergar (en apariencia) sus tomas de posición hasta el año próximo. Aquí va la respuesta de Morales, el indeciso.
Morales: Están gastando mil millones de pesos anuales. Nosotros hicimos un buen informe. Todavía estamos esperando que la AFA nos conteste qué está haciendo con los 600 millones de pesos que le transfiere el Estado. Pero digo, lo que me parece lamentable es que se utilice ese medio y plata oficial para convocar a una marcha e ir a presionar a la Corte. Me parece que el Gobierno se excede y eso a la larga se paga, porque todo lo que sube mal, baja mal.
Rozin: ¿Vos sos crítico de la utilización de ese espacio para cuestiones políticas como la marcha (en defensa de la ley de medios) o sos crítico del Fútbol para Todos en general?
Morales: En general me parece que es muy ineficiente…
Rozin: ¿Si ustedes asumieran, mantendrían el Fútbol para Todos?
Morales: No. No sé. Vamos a ver. Vamos a tener plan de gobierno sobre junio del año que viene. No sé, pero buscaríamos que no deje de ser negocio algo que es negocio. No puede ser que el Estado se meta y pierda plata, pierde mil millones de pesos, y el fútbol que es un gran negocio deje de serlo, y el Estado tiene que poner, ¿no? Me parece que podría haber una variante de fútbol gratis pero donde el Estado no ponga tanta plata y no se utilice (como) propaganda para una facción”.
De aquí se deduce que:
a) Morales está en contra de la ley de servicios de comunicación audiovisual aprobada por abrumadora mayoría en el Parlamento.
b) Morales entiende que una movilización popular es una “presión” y no una manifestación de apoyo a una ley vigente pero obstaculizada en su aplicación.
c) Morales quiere que el fútbol vuelva a ser un negocio, como lo era antes, cuando estaba en manos privadas. O sea, lo quiere volver a privatizar, aunque no lo diga abiertamente. Porque el gran negocio del fútbol era cobrarle un plus a los abonados del cable (privado).
d) Morales cuestiona el direccionamiento de la publicidad estatal hacia un programa público (por caso, Fútbol para Todos). Habría que advertirle que no se trata de “propaganda para una facción” sino, simplemente, publicidad de las políticas públicas en emisiones con buen rating.
En fin, el senador Morales no tiene nada nuevo para ofrecernos. Si Ricardo Alfonsín -su candidato estrella- llegara a presidir este bendito país, sólo podríamos esperar retrocesos en el papel del Estado en la vida económica y social. Neoliberalismo otra vez, ni siquiera el fútbol gratis nos quedaría. Y ni qué hablar del resto, ¿no?

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Noticias de primavera: ¡Macri y Michetti, enamorados en simultáneo!

En fin, es lo que hay, estimados lectores. Gastamos 13 mangos por 180 páginas de la muy brillosa e ilustrada revista Noticias. Vamos a dejar de lado el titular de tapa: “La delicada verdad sobre la salud de Kirchner”. Una supuesta "investigación" que no avanza un paso sobre la basura mediática (y tanática) publicada por los diarios opositores sobre la dolencia que sufriera Néstor Kirchner, días pasados. Pregunta al paso: ¿qué expectativas de lectura, o mejor, cuál público sostiene a una revista dominical que no añade ni información ni reflexión en profundidad acerca de lo ya publicado por los matutinos opositores?
Nos interesa destacar una entrevista a Gabriela Michetti, bajo el título: “No me concibo plena si no estoy en pareja”.
NOTICIAS: ¿La gestión de Macri está en su peor momento? Están las escuchas, la toma de los colegios, los dos derrumbes, en el último él estaba en Europa cuando sucedió la tragedia…
Michetti: No es el peor momento de la gestión, el peor fue cuando surgió el tema de las escuchas a fines del año pasado, y la primera reacción nuestra fue el desborde y nos quedamos paralizados por casi dos meses. Pero sí puede ser uno de los peores momentos para Mauricio. El hecho de que haya estado de viaje es absolutamente casual. Es uno de los políticos que menos viaja, no podía volver a dejar pagando al alcalde de Roma, porque ya lo había clavado dos veces…
Y sí, fino el lenguaje de la diputada que nos representa (a los porteños) en el Congreso. El asunto curioso es que la misma edición de la revista Noticias se ocupa en destacar la excesiva afición de Macri por el turismo. De hecho, lo refleja en su tapa: “Macri: 28 viajes al exterior. ¿Gestión o amor y placer?”, ilustrado con una bonita foto de Mauricio y su “novia”. Aquí, la revista tiene vacilaciones a la hora de presentar la nota, dado que en el sumario anuncia: “Macri el volador: hizo 28 viajes en dos años y medio, siete vueltas al mundo. La última gira”. Y luego, en la página 34 titula: “EL GRAN ESCAPISTA”.
Ya en el texto de nota dice:
“Desde que asumió, el jefe de Gobierno dedicó gran parte de su tiempo a volar. En menos de tres años de gestión, realizó 28 viajes oficiales y recorrió 300.000 kilómetros. La suma equivale a 7 vueltas y media alrededor del mundo, todo un récord para un gobernante”.
Y más adelante:
De gira. Además de los 28 viajes, Macri tuvo tiempo para otras escapadas. En julio se tomó unos días de relax en Villa La Angostura para esquiar con (Juliana) Awada y festejar los seis meses de relación. Sólo entre 2009 y lo que va del 2010, Macri estuvo fuera del país 115 días. Los datos del 2008 no se conocen porque no existe detalle de la cantidad de días que le ocupó cada visita oficial”.
Es difícil interpretar la línea esquizo periodística que impone Jorge Fontevecchia. Lo único congruente entre ambas notas es la insistencia en señalar que tanto Mauricio como Gabriela están, felizmente, en pareja. Llegó la primavera y nos desborda el amor. Y las humanizaciones, forzadas.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Robert Cox y sus peligrosas confusiones entre dictadura y democracia.

Robert Cox no deja de ser noticia. En la edición del miércoles del diario Clarín, se reproduce una nota del periodista inglés que fuera publicada en el Buenos Aires Herald el domingo 12 de septiembre. El título es “prometedor”, si bien se mira: “¿La Argentina seguirá siendo una democracia?”. Una pregunta inquietante, claro.
Sucede que Cox ha sido sobradamente homenajeado en nuestro país por su muy valiente papel al frente del citado periódico (publicado en inglés) durante los años de la dictadura, cuando denunció las “desapariciones”. Sucede, también, que desde su reciente retorno a estas pampas expresó algunas opiniones elogiosas acerca del actual paisaje comunicacional argentino, incluida una simpática intervención en el programa 6-7-8, que le valió algunos reconocimientos. Por caso, el periodista Horacio Verbitsky no vaciló en señalar el “ninguneo” que el Grupo Clarín y sus asociados hicieron de una elocuente intervención pública de Cox sobre estos asuntos: “Ninguno dio cabida a las manifestaciones de Robert Cox en la Universidad Nacional de La Plata, donde dijo que 'nunca existió tanta libertad de prensa como ahora' ni se debatieron todos los temas con tanta libertad en la Argentina. Según el ex director del Buenos Aires Herald y ex presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, la dictadura regaló Papel Prensa a La Nación y Clarín para conseguir su apoyo. Cox también encomió la pluralidad de voces que permitirá la nueva ley de servicios de comunicación audiovisual y la necesidad de la regulación estatal del papel para diarios. Un silencio soviético fue la respuesta que recibió de los accionistas de Papel Prensa, los mismos que días antes habían encomiado su actuación como periodista independiente en los años de la guerra sucia”.
Pero Cox nos tenía guardada una sorpresa. Resulta, ahora, que comenzó a desdecirse. Y, según él afirma en su reciente editorial, el diario Clarín fue una publicación resistente, en tanto “publicó casi todos los días una mordaz denuncia” contra la dictadura. ¿A qué se refiere? A los dibujos de Hermenegildo Sábat. Según Cox, el dibujante/periodista “daba testimonio de los males e imbecilidades del proceso” y “captaba la maldad” de los dictadores. Y no sólo eso. Según Cox: “Clarín tuvo otro momento de resistencia épica” (un día, una página en el suplemento cultural) cuando María Elena Walsh publicó una nota -“Desventuras en el país Jardín de infantes”- en contra de la censura.
En fin, curiosa defensa del diario Clarín, que no sólo silenció la matanza (presentando los fusilamientos de personas indefensas como supuestos “combates”), que no sólo ocultó la política sistemática de desapariciones de personas recluidas en campos de concentración, sino que también embelleció la represión informando acerca de supuestos “centros de rehabilitación” para “subversivos arrepentidos”, entre tantas otras complicidades que Cox omite.
¿Acaso se le escapa al liberal Cox que, una vez pactada la alianza de sangre -económica y política- entre la dictadura militar y los medios gráficos que se apropiaron de Papel Prensa, las ironías del Menchi Sábat o los dichos de la señora Walsh eran apenas digresiones perfectamente tolerables en el marco de un discurso general que construía consenso social a favor de la dictadura? Así parece.
Dice Cox, metiéndose en el barro de la política del presente, y tomando las malas banderas: “Creo que es mi deber defender a Clarín tal como lo hicieron otros periodistas, en especial, Jorge Fontevecchia, editor de Perfil, una editorial rival. Lo hago por la misma razón por la que creí era necesario salir en defensa de Jacobo Timerman cuando fue calumniado y difamado, algo que muchas veces pensé debe haberle dolido más que las torturas que soportó en una de las cárceles clandestinas de los militares”. En fin, el tipo sabe, tanto como Elisa Carrió, cuánto duele ser torturado y cuánto ser ofendido, y genera una presentación ambigua de Timerman que no elude conectarlo con David Graiver y los Montoneros, para descalificarlo.
Dice “el bueno” de Cox: “El Gobierno (militar, ¿se entiende, no?) se hizo cargo de La Opinión. La pregunta hoy es si Clarín y La Nación enfrentan la misma amenaza”. Y luego: “La adquisición de la mayoría de acciones de Papel Prensa por parte de Clarín, La Nación y La Razón (cuyas acciones fueron luego compradas por Clarín) junto con el Gobierno nacional (la dictadura, ¿se entiende, no?) fue algo en mi opinión muy deshonesto -entonces y ahora-.”
Y después de cuestionar la asociación de estos diarios con el Estado dictatorial, agrega, cambiando el eje de la discusión y del relato acerca de este tema: Lo que creo es que todo esto tiene que ver con si Argentina seguirá siendo una democracia. Si el Gobierno se hace cargo de Clarín, que parece correr el mayor peligro, como ocurrió con La Opinión, ello indicará que el actual gobierno no respeta la libertad de expresión, que resulta vital para una democracia saludable”.
Salto discursivo que apunta a poner sobre el tapete una cuestión imaginaria, sin fundamentos en la realidad. ¿Cuándo dio pasos el actual Gobierno hacia la "apropiación" de algún medio de comunicación? ¿A cuál relato de la historia tributa esta lectura que fuerza un paralelo entre la dictadura genocida (1976-1983) y el actual gobierno democrático?
Veamos: algo parecido dijo en estos días Miguel Angel Toma, respondiendo a un notero de 6-7-8: “Quedó en claro que Kirchner no tiene ningún prurito en manipular el tema de los Derechos Humanos, lo cual lo hace parecido a Videla, para quedarse con las cosas que no le corresponden. En la época de la dictadura los militares torturaban para quedarse con empresas. Hoy, Kirchner y Cristina Kirchner utilizan a los torturados también para quedarse con empresas, de manera que -éticamente vistos-, Videla y Kirchner son lo mismo”.
Y bueno, alguien “honesto” (Toma, es obvio que no resiste un archivo) debía decirlo, y Cox (preocupado por el “autoritarismo de izquierda” de este gobierno) lo hizo.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Macri: Cuando lo malo opaca lo peor.

 “Hoy, la información nos oculta la información”.
Ignacio Ramonet

¿De qué hablan los medios cuando hablan de Mauricio Macri? Dejemos de lado las operaciones más groseras como, por ejemplo, la realizada por el diario Clarín, en su edición del sábado pasado o, antes, la tapa “casamentera” que le dedicó la revista Gente. Son maneras de la complicidad, tributos que los medios de la derecha le ofrendan a uno de los suyos que está en problemas. Humanizaciones, si cabe el término, de un personaje que necesita construir un rostro amigable. Y sí, Sarkozy y Carla Bruni, Macri y la Awada. Ahí estamos, un millonario -metido a político- en problemas, y su novela amorosa como salvoconducto o línea de fuga hacia otra cosa. Sus sentimientos o su sexualidad, no importa. ¡Otro tema!
Pero, claro, la “bendita” agenda informativa no puede apartarse tanto de esa construcción que convenimos en llamar “la realidad”. El paisaje informativo. Porque, como bien lo ha explicado ya Artemio López, se quebró la “burbuja comunicacional”, esa cárcel mediática a la que nos había condenado la prensa hegemónica. Hay fisuras, “la gente” se entera. La burbuja se quebró, y listo.
Entonces, todos sabemos, incluso los tip@s que se informan leyendo Clarín, La Nación y sus infinitas terminales mediáticas, que el hijo bobo de Franco Macri afronta tres crisis superpuestas. (¡Siempre y cuando no le salten a la calle los médicos y enfermeros de los hospitales, porque allí tendría la cuarta!).
El conflicto más novedoso, que está en la agenda, se focaliza en el sistema de controles en la Ciudad de Buenos Aires. Un sistema que Macri derivó a una “Agencia”. De una parte: la “vista gorda“ hacia la construcción indiscriminada. Y, como consecuencia, los derrumbes. Un gimnasio en Villa Urquiza, ponele, y tres muertos. Claro, se trata de la “iniciativa privada” que impulsa la inversión en ladrillos.
De otra, la explotación de los boliches (si, la misma cuestión que le costó el cargo a Aníbal Ibarra) y que sigue como antes, con el mismo sistema de inspecciones truchas, que produce -previsiblemente, aquí también- víctimas. En este caso, dos chicas muertas.
La segunda cuestión que lo tiene acorralado a Macri es la protesta que están librando los estudiantes secundarios por las condiciones de mantenimiento edilicio de los colegios públicos, y por viandas, y por becas no pagadas. Una revuelta que el Gobierno porteño intentó desoír; luego reprimir, reclamando listas para ser enviadas a la policía. Luego, deslegitimar, recusándolos como tributarios de alguna operación política. Y, después, acusándolos de “piqueteros”.
Aquí, un punto aparte para las intervenciones en este conflicto de la “inefable” Gabriela Michetti, vía Twitter, llamando a los estudiantes a reconstruir los colegios por propia mano. Dijo la vicejefa de Gobierno, mandato incumplido: “Ojalá que quienes hoy toman escuelas presenten sus reclamos como lo hacíamos nosotros cuando estábamos en el secundario: organizándonos para ir todos los fines de semana a trabajar por nuestras escuelas. Pintábamos, arreglábamos el patio, limpiábamos, mejorábamos los muebles y lijábamos puertas”.
En fin, apagaron el incendio con nafta y esta cuestión crece y se amplía. Cada vez más colegios tomados y los pibes y sus padres y los docentes (dato no menor) se inscriben en una gesta en defensa de la educación pública. Y, ayer, los estudiantes salieron a la calle, generaron “caos de tránsito” para la “patria informativa”, y confirmaron el anuncio de su marcha en homenaje de los estudiantes desaparecidos en la llamada “Noche de los lápices”, ocurrida el 16 de septiembre de 1976.
Pero, subterráneamente, la tercera cuestión sigue rodando. Macri está procesado como partícipe necesario de una organización dedicada al espionaje. Cuestión que lo deja a un paso de un juicio oral. Y este temita, mal que le pese al jefe de Gobierno, es el que puede llevarlo a su fin. Claro, la comisión investigadora ha decidido convocar a más de un centenar de testigos, abriendo peligrosamente las puertas a un circo mediático. Allí vendrán las víctimas de las escuchas, los cómplices en las designaciones, los funcionarios, y vaya a saber Dios quién más, convocados por los unos o por los otros.
Pero lo que hay que señalar es que esta es la única cuestión que puede costarle a Mauricio Macri su cargo de jefe de Gobierno. Y que, dada la irrupción del derrumbe de boliches y el crescendo de las protestas de los estudiantes, seguramente quedará poco exhibida, como un tema silenciado, o menor. De donde, gracias a la complicidad de los medios dominantes, lo malo que le sucede ahora a Macri opaca lo peor.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Ahora más que nunca: Habla Cristina

COMUNICADO DE LA JUVENTUD NACIONAL Y POPULAR

Hoy los jóvenes estamos contentos y tranquilos: nuestro compañero Néstor Kirchner está bien.
Hoy los jóvenes seguimos contentos, porque el discurso mediático opositor ya no sabe qué otros argumentos utilizar para lograr la profecía autocumplida: gritar a los cuatro vientos su deseo de ponerle fin al proyecto que puso de pie a nuestra Argentina.
Tanto es así que son capaces de utilizar la salud como argumento de debate frente a la ausencia de ideas políticas. Los sabíamos cobardes. Nunca ruines.
En realidad, lo que quieren decirnos es que el “kirchnerismo” está terminado. Y qué mejor excusa para ello que tratar de “filtrar” a sus amigos concentradores de discursos, que la salud de nuestro compañero está débil y como han dicho los que perdieron y creyeron haber ganado: “Kirchner se está inmolando”.
Pero frente a la “debilidad” discursiva siempre están los compañeros que dicen “La virtud, el coraje personal, aun si estemos envueltos por el miedo, no consiste tanto en inmolarse, sino, en las funciones que el destino le asignó a Néstor: se trata de no inmolar a la Argentina, mientras distendido se juega golf, o se entierra en vida en un SPA de alta gama para "desestresarse".
Y son los mismos compañeros que trabajaron y lo siguen haciendo para la convocatoria al Acto de Juventud en el Luna Park el próximo martes 14 de septiembre, como una clara señal emergente de esta nueva generación política que no le teme, ni está comprometida con ninguna de las corporaciones que hoy domestican a la oposición y en algunos casos, sodomizan.
Que cada cual elija su lugar en este momento crucial de la vida nacional.
Los jóvenes no queremos ser parte de una generación testigo de la autocompasión impulsada a través del discurso mediático hegemónico.
Queremos ser sujeto político para dejar de ser objeto de consumo y represión. Este es el único proyecto que vuelve a creer en nosotros apostando a la defensa de los derechos humanos, al trabajo, a la Asignación Universal por Hijo, a la salud y a la educación para una mejor distribución que garantice una mayor inclusión social en la Argentina.
Es por eso que, hemos decidido acompañar al hombre y a la mujer que nos han devuelto la esperanza, con la férrea convicción de que la movilización y organización de miles de militantes, adherentes y simpatizantes jóvenes a lo largo y a lo ancho de la Patria, aportarán para que esa esperanza recuperada, se transforme de una vez y para siempre en la realidad efectiva que nuestro pueblo nunca debió perder.


Fuerza Compañero Néstor, sabemos que “vivir sólo cuesta vida”.


El 14 de septiembre el Luna Park y sus inmediaciones verán emerger a una nueva generación militante dispuesta a compartir ese sacrificio con Ud. y la Compañera Presidenta, para que todos juntos juremos “CON GLORIA VIVIR”.



La Cámpora - Juventud Peronista de la Provincia de Buenos Aires - Juventud Sindical -  JP descamisados  - MUP - Peronismo Militante - Martin Fierro - JP Evita

sábado, 11 de septiembre de 2010

Informe de Reporteros Sin Fronteras: ¡Clarín lo hizo otra vez!

Bajo el título “La guerra mediática aún puede parar”, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicó en su sitio digital un extenso comunicado referido a la “controversial” (así la definen) relación de las administraciones kirchneristas con la prensa, desde 2003 hasta la actualidad. En el texto, RSF reiteró su enfático apoyo a la plena vigencia a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y reclamó la regulación del suministro de papel de prensa, si bien cuestionó al Gobierno por la confrontación que mantiene con los medios de comunicación y, en particular, por la no renovación de la licencia de Fibertel.
El diario Clarín, fiel a su política de distorsión informativa en defensa de sus intereses empresarios, manipula la difusión del comunicado emitido por RSF. Bajo el título “Advierten sobre las acusaciones oficiales”, un breve texto focaliza casi exclusivamente en los mencionados cuestionamientos y sólo menciona al pasar el pronunciamiento de la organización “a favor de la Ley de Medios” y el tajante rechazo a todo intento de asimilar la situación argentina en materia de libertad de prensa a la imperante en Venezuela. El resto, un desprolijo extracto del documento. Sin embargo, mal que le pese a Clarín, el texto de RSF es bastante elocuente en dos cuestiones hoy en debate y que atañen a la posición dominante del Grupo.
Es cierto que el comunicado de la organización se mantiene a prudente distancia de la versión gubernamental acerca de las condiciones en las que se produjo la cesión de las acciones de Papel Prensa, pero es contundente respecto del proyecto oficial que propone regular la fabricación, comercialización y distribución de la pasta de celulosa y papel.
Esto dice RSF:
Papel Prensa es la principal empresa dedicada a la fabricación de papel para diarios. Acapara el 70 por ciento del mercado local. Propiedad mayoritaria del Grupo Clarín (49%), desde su hegemónica posición, maneja e impone el precio del insumo sin ningún tipo de regulación. El Estado nacional posee el 27,46%, mientras que La Nación maneja el 22 %.
Según la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en junio de 2010, la papelera vendió a sus empresas relacionadas entre el 70 y 80 por ciento de su producción. Esto la convierte en un proveedor casi exclusivo de Clarín, La Nación y de sus sub empresas. Sucede que son pocos los medios gráficos que pueden afrontar un precio impuesto por los periódicos más grandes del país.
Y concluye:  
Un aspecto del caso Papel Prensa llama nuestra atención. No es nada conveniente que un único grupo de prensa posea la mitad de las acciones de la única empresa de suministro de papel de prensa y practique una tarificación sin regulación. Esta regulación es necesaria, siempre en nombre del pluralismo y del reparto justo de los medios de publicación.
En relación con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (SCA), cuya vigencia boicotea el sistema de medios hegemónicos encabezado por el grupo Clarín, el comunicado de RSF señala:
La libertad de prensa como libertad editorial no se debe confundir con la defensa de los intereses económicos de los medios de comunicación. Sobre todo de los más importantes. La ley SCA condena, efectivamente, la situación de casi monopolio de algunos grupos de prensa, pero aquél casi monopolio mediático supone un problema real de pluralismo. La SCA no tiene como objetivo, ni siquiera de manera indirecta, de reducir al silencio a los grupos de prensa concernidos. Tampoco revela un proyecto gubernamental de coerción y de acaparamiento de los medios de comunicación audiovisuales para crear un oligopolio a las órdenes del Jefe del Estado. No hubo censura directa o cierre de medios de comunicación. La situación argentina no es similar a la de Venezuela. Nadie tiene interés en mantener esta confusión, a la vez falsa y peligrosa.
La evolución legislativa en Argentina corresponde al camino emprendido por otros países de la zona (Uruguay, Brasil, Ecuador, pronto Bolivia), confrontados ellos también a una tradicional superconcentración mediática. Esta evolución, que incluye a la vez la despenalización de los delitos de prensa como en Argentina, va acompañada de la puesta en marcha de medios públicos hasta ahora débiles o inexistentes. El desarrollo de un servicio de información pública -en la medida en que el poder que la promueve respete su independencia- tampoco supone ningún problema de principio.
La SCA debe mantener su objetivo para corregir los desequilibrios del paisaje audiovisual, particularmente apremiantes en Argentina y garantizar un mejor reparto de las frecuencias entre medios privados, medios públicos en desarrollo y medios comunitarios. Por esta razón, apoyamos este texto, tal como lo hicieron los relatores especiales por la libertad de expresión de la ONU y de la OEA. Fruto de una larga reflexión en la sociedad y votado según las normas por mayoría en el Congreso, el texto se debe aplicar con, como corolario, un reparto justo de la publicidad oficial. La garantía de imparcialidad debe ser la misma en la atribución de las frecuencias. En los dos casos, bajo la égida de una autoridad de regulación independiente y que incluya a representantes de la sociedad civil y de los medios de comunicación.”
En fin, muchachos y muchachas que trabajan para el periodismo hegemónico: daba para algo más serio y menos tendencioso que un sueltito de 207 palabras, al pie de la página 14. Pero ustedes trabajan en Clarín, un desinformador serial para el cual manipular “está en su naturaleza”. Y que, además, sigue confundiendo la libertad de prensa con la libertad de empresa, al tiempo que niega el derecho de su público a una información veraz. Sigan juntando “muertitos” en el placard.

jueves, 9 de septiembre de 2010

¡Siguen las buenas noticias para Clarín!

El Gobierno nacional avanzó ayer con tres medidas que, es seguro, alegraron a los accionistas del Grupo Clarín.
1- Leemos: El Gobierno dio un nuevo paso en la puesta en marcha de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y, tras la reglamentación de la norma, publicó ayer una resolución que establece que a partir de hoy correrá el plazo de un año para que grupos concentrados se desprendan de licencias.
En fin, duro golpe a los renuentes a “desinvertir”. O sea: “desmonopolizar”. Así acusa recibo el “doliente” Clarín: “Se pone en vigencia, desde mañana, el plazo de un año para que quienes tienen más licencias de servicios audiovisuales que las que autoriza esa norma se desprendan de las mismas”. Y, sí, es la Ley.
2- Leemos: Cambia la grilla de TV: la Televisión Pública pasará al 11, CN23 al 8 y TN al 3. Las pautas para el ordenamiento de las grillas de programación televisiva deberán modificarse a partir del 1 de octubre próximo, en el marco de la puesta en marcha de la ley de Comunicación Audiovisual. Así lo establece la resolución 296/2010, publicada ayer en el Boletín Oficial”.
O sea, ¿TN va al tacho? ¿Por qué? ¿Resulta que es importante el orden de la grilla de canales que hasta ahora manipuló Clarín? Y sí, porque según parece, las quejas del Grupo dominante continúan: “Los objetivos de la medida son evidentes: en el servicio de TV por cable, a Todo Noticias, del Grupo Clarín, quieren pasarlo forzosamente al canal 3 desde el canal 11 -con el que ya está identificado-, mientras que a C5N, del Grupo Hadad, lo mantienen en el canal 5. Al canal 6 pasa Crónica TV y al 7, Canal 26. En el canal 8, justo entre los canales de noticias y los de TV abierta, debería incorporarse CN23, del oficialista Sergio Spolsky”. América TV pasaría al canal 9, mientras que Telefé y Canal 13 quedarían en sus ubicaciones actuales (el canal 10 y el 12); entre medio de las dos señales de mayor rating, en tanto, el Gobierno quiere ubicar al Canal 7. La resolución pasa además a Canal 9 al número 13 y pone en el 14 a la señal Encuentro”. Y, sí. A nosotros nos gusta esta secuencia. Nos gusta que ubiquen en la grilla a CN23. Y nos gusta muy especialmente que Canal 7 esté ubicado en la zona de “barrido” más frecuente.
3- Leemos: La presidenta Cristina Kirchner firmó la reglamentación del decreto que reconoce a los "canillitas" como los únicos trabajadores autorizados para la distribución de diarios y revistas. La resolución ministerial devuelve derechos a los vendedores de diarios e impide a las editoriales utilizar canales de venta alternativos”.
O sea, las editoriales quedarán impedidas de vender publicaciones periodísticas en la vía pública decretando el fin a la desregulación de la venta de diarios que se había consolidado durante el mandato presidencial de Fernando De la Rúa. Es decir, se retrotrae una medida que afectaba negativamente a los titulares de los puestos de venta de diarios, obligándolos a competir con los supermercados, por caso, o con los sistemas de venta de las editoriales que querían suprimir a ese molesto “intermediario”, el diariero. Y ahí va también la posibilidad a futuro de impulsar la restitución de otros derechos, como la recuperación de los 8 puntos porcentuales que perdieron los canillitas sobre el precio de tapa de los diarios.
En fin, más Estado, menos abuso. Buenas noticias, ¿o no?

lunes, 6 de septiembre de 2010

Van der Kooy no lee el diario donde escribe.

El debate de la iniciativa oficial para declarar de “interés público” la producción, distribución y venta de papel de diario y pasta de celulosa, incorporó a un jugador sorprendentemente “borocotizado”. Es el caso de Jorge Fontevecchia (CEO de Editorial Perfil), quien decidió oponerse al proyecto. Y argumentó: “Pero a pesar de haber padecido Perfil -quizá más que ninguna otra empresa- la ventaja competitiva de Clarín y La Nación en Papel Prensa, prefiero que el Estado no intervenga. Me sentiría más incómodo con regulaciones gubernamentales al mercado de papel que con el eventual abuso de posición dominante que pudieran ejercer en el futuro Clarín y La Nación”. Y adelantó otro argumento que haría escuela: “Es que el Gobierno atrasa, llega tarde y tiene una mirada anacrónica sobre el tema del papel”.
Acerca de esta posición, llamativamente subordinada a Clarín y La Nación -actuales socios mayoritarios de Papel Prensa, empresa monopólica en la producción de papel de diario en nuestro país-, vale leer la elocuente respuesta del empresario periodístico Sergio Szpolski, publicada en el diario Tiempo Argentino, bajo el título “Hegel, Fontevecchia y Papel Prensa”, que nos exime de otras consideraciones acerca de la disputa empresaria en torno de la importancia del precio del papel en la producción de diarios.
El argumento acerca del “atraso” en la mirada oficial fue retomado por Eduardo Van der Kooy, desde las páginas de Clarín. Según dice el articulista: “La intención de regular la fabricación y distribución del papel para diarios constituye un verdadero anacronismo en el 2010. En especial, porque el insumo dejó de ser vital en un mundo que diversifica con vértigo los modos y las capacidades de comunicación. ¿Qué acaba de suceder con el tradicional Jornal do Brasil? Reemplazó su diario por la edición en Internet”.
Así de fácil. El periodista presenta esta “mutación” del Jornal do Brasil (esto es: su muerte como medio gráfico) como una decisión empresaria “neutra”, un simple cambio de soporte, del papel a la edición electrónica. O sea, una estrategia “no forzada”, que simplemente se adapta a las nuevas modalidades de la comunicación global. Y ya.
El problema es que, según parece, Van der Kooy no lee las informaciones que publica el diario donde él mismo escribe (quizás por una cuestión de higiene informativa, para no contaminarse y no vivir adentro de una burbuja de mendacidad). Lo cierto es que la mutación del diario brasileño JB había sido anunciada (y no en términos festivos, precisamente) por la corresponsal de Clarín en San Pablo, Eleonora Gosman.
Así decía su informe: “El JB, como se lo conocía en Brasil, tenía deudas de más de 50 millones de dólares y su tirada bajaba aceleradamente. El dueño intentó venderlo, pero no tuvo compradores interesados. La Asociación Nacional de Editores de Diarios (ANJ) se apuró a señalar que el caso del Jornal do Brasil es ‘un hecho aislado’. La dirección de la ANJ consideró que la tendencia en Brasil es que la circulación de diarios impresos tienda a crecer y no a disminuir. De acuerdo con la entidad, el primer cuatrimestre del año indicó un crecimiento de 1,5% en la demanda de medios impresos. En Brasil, la venta total de diarios está en el orden de los 8,5 millones de unidades. En Brasil adjudican la ‘muerte’ del JB a decisiones empresariales ‘equivocadas’”.
Es decir, el cambio de soporte del JB no fue una mejora, ni una apuesta “no forzada”. Veamos esta explicación tan ambigua como presuntamente ecologista de la empresa propietaria del Jornal do Brasil: Los costos económicos y ambientales del papel son insostenibles. Son incluso innecesarios. En el primer año de la versión digital las áreas forestales preservadas corresponderán a 1.200 (estadios) Maracanás”, asegura el Jornal do Brasil, que calcula que en cada edición dominical en papel sacrifica 200 árboles, 10.000 litros de agua y 40 megavatios de energía”.
Bien. Y veamos esta respuesta del sitio especializado paperpapers.blogspot.com:“Vamos a decir la verdad sin anestesia: JB quebró y por eso cerró (su versión papel). Solo que ahora tienen una excusa para hacerse los ecológicos, modernos y hasta pioneros”.
Y una más, aún a riesgo de aburrir, del diario El País, de España: “Poco antes de hacerse pública la noticia del cierre, el director y presidente de Jornal do Brasil, Pedro Grossi Jr., presentaba su dimisión en un duro escrito que reza: ‘Considerando que esto contraría la razón por la cual fui contratado, solicito, sin la pérdida de mis derechos, que en el periódico y en las revistas no conste más mi nombre’. La prensa brasileña señala que tras este cambio se oculta la decisión de abrir un proceso de despidos en una empresa que da trabajo a 180 personas, 60 de ellas en la redacción”.
En fin, algunos “detalles” que Van del Kooy prefirió ocultar en su empeño por asumir la defensa de sus patrones y atacar al Gobierno. Tal como definió la cuestión la diputada Silvia Vázquez: “Estamos ante una situación de tensión institucional fuerte. Discutiendo quién gobierna la Argentina: si el pueblo, a través de sus representantes legítimamente electos, o unas pocas corporaciones y fundamentalmente la mediática.” Esa es la pelea.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Iluminaciones: los testigos que recluta Carrió en la causa Papel Prensa

Siempre son interesantes los artículos de Joaquín Morales Solá. Se trata de una voz “autorizada”, que plasma las posiciones de la derecha. Viene de largo su intimidad con el establishment y en sus textos, nunca inocentes, pueden leerse (obviamente, entre líneas) las “fortalezas y debilidades” del discurso hegemónico (que no es el que enuncia el Gobierno “de turno”, claro).
Veamos: en la cuestión Papel Prensa, JMS sigue anclado en la validación de los dichos de Isidoro Graiver, el testigo que declaró y voló a Londres para “asistir al bar mitzva de uno de sus nietos“, según informó Clarín. El mismo testigo que había denunciado la cesión de las acciones de Papel Prensa como “un afano”, según había afirmado, dos meses antes, al diario Tiempo Argentino. Punto en contra.
Ese testimonio es el principal bochorno que la corporación de medios hegemónica no sabe cómo tramitar, y que Solá insista en ese punto revela una “debilidad”, que ya veremos cómo intentarán resolver.
Solá insiste en denunciar las -nunca comprobadas- “intensas presiones de Montoneros a la familia Graiver” (en tiempos de la cesión de las acciones de Papel Prensa), pero nada dice acerca de las campañas de denuncia en contra de los propietarios de la empresa (los Graiver, precisamente) publicadas en 1976 por el diario que empleaba a Solá (Clarín), sobre las cuales sí hay constancias. Digamos: si, como recordamos, bastaba en aquel entonces la denuncia de un vecino para que las patotas de la dictadura allanaran una casa en busca de “subversivos”, ¿esas campañas no eran una “presión” sobre la familia Graiver? ¿Una invitación a allanarlos, a someterlos por vías violentas?  ¿No hay un indicio que se le escapa al periodista, aquí? Y, al margen, otra pregunta: ¿No sería interesante un debate entre Morales Solá y Robert Cox, sobre la responsabilidad de la prensa bajo la dictadura?
De otro modo: la debilidad de la postura de Solá se advierte en un juego de espejos. El periodista entrevistó en la noche del lunes a la “hábil declarante” Elisa Carrió. Y ella, la que nunca defrauda a la derecha, dijo, sobre la causa Graiver: “La verdad que el juicio está muerto. El juicio está muerto, y si faltan algunos testimonios decisivos los vamos a aportar. Pero el juicio está muerto. Yo tuve esta mañana una tranquilidad absoluta porque tengo información… Todos los expedientes que había leído decían esto: que en realidad tenía que ver con los Montoneros, que se había vendido antes y todo… pero uno siempre tiene la duda, porque son épocas muy oscuras, ¿no? Pero hoy tuve la clara certeza por información y personas que estuvieron muy cerca, en el sentido de que lo que está en los expedientes es la verdad. Eso me dio una tranquilidad de conciencia tan enorme, ¿no?, cómo cerró el círculo. Y yo creo que hay más gente que va a declarar la verdad, que cometieron una gran mentira, que usaron de una manera deleznable el tema de los delitos de lesa humanidad. El juicio está muerto y la ley será archivada.”
Y he aquí la versión de esos dichos que expone Solá, en La Nación: Nuevos testigos podrían aparecer desautorizando gravemente la falsa historia que el oficialismo enhebró sobre Papel Prensa. Algunos de ellos habrían tomado contacto ya con la dirigente opositora Elisa Carrió y se manifestaron dispuestos a declarar ante los jueces. Consultada Carrió, sólo respondió que antes de su pública posición en defensa de la libertad de prensa chequeó todos los datos que existían. 'He hablado con testigos presenciales de todo y sólo hubo un enorme apriete de los Montoneros a los Graiver', se limitó a responder.
Concluyendo: si la mejor apuesta de Morales Solá en defensa de Clarín y La Nación -descartado Isidoro Graiver- descansa en la credibilidad de los testigos que recluta e instruye quien fuera funcionaria de la dictadura militar, Elisa Carrió, podemos deducir que la corporación mediática está en problemas. Lo cual no excluye que aparezcan nuevos testigos, en este país donde abundan los Isidoros”.