viernes, 24 de diciembre de 2010

Ataque navideño: la derecha no cesa.

En la víspera de la Nochebuena, la derecha comunicacional y política lanzó su último golpe (por ahora). Las postales ofrecidas por los canales opositores (sumado al relato desde las radios, que establecían una equiparación del presente con los sucesos de diciembre de 2001) apuntaron a ensombrecer las fiestas, instalando el escenario de una (supuesta) aguda y generalizada conflictividad social.
Desde sus páginas digitales, la derecha pretendió capitalizar el conflicto desatado en Plaza Constitución por la suspensión de servicios de trenes, enhebrando una secuencia forzada en su narrativa. Un amanuense de “Clarín”, Alfredo Gutiérrez, ofrece una apretada síntesis de la jugada desestabilizadora: “Piedrazos, saqueos y carros hidrantes en Constitución. Okupas, represión y tres muertos en el parque Indoamericano. Incidentes en Villa Lugano. Corte de la 9 de Julio con alambres y autos. Bloqueos de calles a toda hora y lugar. Tomas de terrenos fiscales y privados. Huelga de petroleros en el Sur. Un aborigen y un policía muertos en el Chaco. Aviones que no salen en Ezeiza. Piquetes que piden comida en supermercados. Un chico asesinado en Barracas tras una protesta gremial. Son algunas de las imágenes de un fin de año inesperado, que muestran una acelerada descomposición social y política.” En fin, todo suma a la hora de construir un escenario de catástrofe que no se compadece con la realidad que vivimos los argentinos. (Ponéle, si querés convencer, sacá Chaco y poné Formosa, ¡pelotudo!).
Por su parte, el “brillante” Fernando Laborda (¡qué lindo escribe!, ¿no?) aportó lo suyo desde las páginas (virtuales) de La Nación: “La acción policial, esta vez por tardía y por su imprevisión ante una situación que se venía venir, volvió a quedar en tela de juicio, a apenas una semana de la creación del Ministerio de Seguridad. Entretanto, el Estado quedó otra vez en evidencia por su incapacidad para garantizar un orden público, cuya ausencia, como ha quedado demostrado desde Villa Soldati hasta Constitución, no sólo preocupa a los sectores más acaudalados de la sociedad, sino especialmente a los más pobres.” Y ahí está la secuencia, “desde Villa Soldati hasta Constitución”, la escalada de conflictos en la Capital apunta a señalar la incapacidad del Gobierno nacional para garantizar el “orden”, y el blanco es, obviamente, la ministra Nilda Garré.
Pero, claro, también otra fuente, en la página de Perfil, nos ayuda a entender el juego en que andamos: “Un grupo de 20 jóvenes, todos con gorras y algunos con sus torsos descubiertos, comenzaron poco antes de las 18 a tirar piedras contra la Policía que se encontraba dentro de la terminal de trenes del sur de la Capital Federal. Los incidentes duraron pocos minutos y, luego, se dispersaron. Pero más tarde siguieron arrojando objetos contra policías y guardas de trenes. Antes de ingresar, patearon cabinas telefónicas y destruyeron un puesto de diarios, además de asaltar un camión de bebidas y el local de ropa deportiva Megastore. Fuente: DyN.”
En fin, la pelea está planteada. La derecha genera conflictividad organizada en las calles y los medios hegemónicos la amplifican. El Gobierno nacional propone una audaz e imprescindible política que procura la subordinación de la Policía Federal a la autoridad democrática. Y ahí estamos, pulseando. ¡Fuerza Nilda!

domingo, 12 de diciembre de 2010

Prensa canalla: Canal 26 ataca a Salvatierra

A lo largo de estos días, las personas que han ocupado el predio, pomposamente llamado Parque Indoamericano (poco más que un basural donde nadie corta el pasto desde hace años), han sido fuertemente estigmatizadas por un discurso abiertamente racista, enunciado desde el poder que controla la ciudad de Buenos Aires. El principal promotor de esta descalificación fue, obviamente, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri. En este punto vale recordar una cita de Teun Van Dijk: “En esto, las elites tienen un papel y una responsabilidad especiales. Sus discursos no son privados, sino públicos, y pueden afectar a millones de personas. Una palabra racista de un ministro en un titular de un diario puede hacer más daño que miles de conversaciones informales”.
Y es en este marco donde el periodismo de la derecha no ha cesado de construir una “campaña de ley y orden”, reclamando represión contra los llamados “usurpadores”, o más corriente, “los okupas”.
Sucede que en el decurso de esta película, de esta puesta en evidencia de la conflictividad social, hasta ahora latente, y ahora explícita en la Capital, apareció un vocero de los ocupantes, un delegado, Alejandro Salvatierra, que se constituyó como una voz diferente, en representación de los pobres que reclaman una solución para su legítimo derecho de una vivienda digna.
Salvatierra fue entrevistado ayer por Canal 26. Y fue sometido a una secuencia de preguntas que decantaron hacia un formato lindante con un interrogatorio policial. Resulta claro que a los “periodistas” no les interesaba dar a conocer la opinión de Salvatierra, sino más bien, descalificarlo. Esta entrevista no está publicada en la página de Canal 26, por lo que nos limitamos a ofrecer una versión escrita de la captura que hicimos.
-A raíz de lo que planteamos nos invitaron a participar de la reunión. No es ni bueno ni malo, lo que obtuvimos del gobierno de la Ciudad fue que nos dieran lo básico y necesario para poder desarrollar la vida diaria, la atención médica, los baños y eso. En cuanto a la solución de fondo del problema no recibimos nada. Una propuesta del gobierno Nacional que dice que pone las tierras, que el gobierno de la Ciudad tendría que poner el dinero para construir las viviendas, pero el gobierno de la Ciudad no dio respuesta alguna. Quedamos en que el lunes íbamos a ir a una nueva reunión.
-¿Y no es suficiente para ustedes que el gobierno Nacional les de las tierras como para que ustedes puedan construir allí, teniendo en cuenta que para muchísima gente, conseguir un terreno en la Capital Federal o del conurbano bonaerense se hace muy difícil, por cierto? Ustedes obtendrían tierras, más allá que el gobierno porteño se haga cargo o no de la construcción… ¿Eso no les es suficiente, Alejandro?

-Si. La verdad es que estamos esperando la resolución de cada caso. Hay mucha gente que tiene la posibilidad de construir, y no la posibilidad de comprar los materiales. Te digo la verdad, nosotros, muchas son personas inscriptas en los planes de vivienda de hace mucho tiempo. Nosotros estamos dispuestos a dialogar cualquiera de las posibilidades, lo que pasa es que el gobierno de la Ciudad no da respuestas claras, no se define qué es lo que va a hacer.
-¿Y del gobierno Nacional sí obtuviste respuestas claras?

-No. La única propuesta es que ellos dicen que ellos mucho no tienen que ver en este conflicto y lo que pueden aportar es eso.
-Alejandro, ¿a qué te dedicás?

-Yo trabajaba en la construcción. En este momento estoy sin trabajo, pero no es que pasa mucho tiempo que estoy sin trabajo. La construcción es así: termina una obra y empieza otra.
-¿Y dónde vivías hasta que estás instalado allí?

-En Ciudad Oculta.
-¿En dónde? Es decir, ¿vos tenés un lugar donde volver en el caso de que se produzca un nuevo desalojo?

-Si, volvería a una situación complicada, vivimos hacinados, muchas personas en un solo lugar.
-¿Pensás que sería más complicado que la situación en la que estás ahora?

-No. La situación en que estamos ahora es la búsqueda de una mejora en la calidad de vida que tenemos.
-¿Cómo está compuesta tu familia?

-Tengo tres hijos, mi esposa…
-¿Y están con vos, ahí en el parque?

-En este momento no.
-¿Porque pensás que es peligroso que estén ahí?

-Y, si…
-¿Qué pensás que puede pasar, Alejandro?

-Esperemos que nada. siempre tenemos la esperanza de que no pase nada.
-El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, hace un rato dijo en una conferencia de prensa que el parque va a seguir siendo parque. Clarísimo que evidentemente en algún momento van a tener que desalojar el lugar… ¿Vos tenés conocimiento de eso?

-Si. Te aclaro algo, nosotros también queremos que el parque siga siendo parque. Queremos resolver el problema habitacional, no pretendemos quedarnos a vivir en el parque.
-Alejandro, ¿vos estás armado?

-No…
-¿Sabés si hay gente que ahora está en el parque que está armada?

-No, o sea, el parque es grande, hay mucha gente, no podemos garantizar nada.
-Cerca de las 18.30 va a haber nuevamente una movilización de vecinos del parque, de Soldati, de Lugano, obviamente tratando de manifestarse en contra de esa ocupación… ¿Vos tenés miedo de que se produzcan incidentes violentos?

-Planteamos en la reunión de hoy que se tomaran las medidas para que esto no sea una guerra entre vecinos. Nosotros respetamos la manifestación de los vecinos. Sabemos que ellos reclaman que el parque siga siendo parque, y la mayoría son gente pacífica. La verdad es que hay un grupo de incitadores a la violencia, armados, organizados que promovieron la toma del predio a punta de arma. No fue algo espontáneo. ¿Usted se imagina a algún vecino pensando sacar a tiros a alguien de un parque?
-Pero ocurrió…

-Si, pero ¿usted piensa que son vecinos?
-Bueno, se han visto algunas imágenes de gente que está ahí en los edificios que han tirado, lo han manifestado varios ocupantes del parque. Aseguran que vecinos de la Avenida Castañares…

-Si, pero no podemos generalizar y decir ni afirmar que son vecinos que viven en tal lugar. Era una manifestación pacífica hasta que en un momento se convirtió en agresiva.
-Mauricio Macri pidió paciencia durante la conferencia de prensa, ¿vos pensás que se lo está pidiendo a los vecinos, o a ustedes, o a todos?

-Nosotros tenemos la esperanza que se va a resolver de la mejor manera.
-Alejandro, ¿dónde están los terrenos que les ofreció el Gobierno nacional?

-No nos dieron una información clara.
-Vos sabés que temprano llevaron 40 baños químicos, y nuestro compañero dice que los ocupantes se llevaron estos baños a esa especie de parcelas que tienen.

-No salieron del predio. Lo que hicieron los ocupantes fue acercarlos a los lugares donde están. Cada cual tiene la desesperación de tenerlo cerca para poder hacer sus necesidades, pero están dentro del predio.
-Con un conflicto que lleva casi una semana, con tres muertos oficiales, con uno de manera extraoficial, con un montonazo de heridos que están hoy en los hospitales porteños, vos, como delegado de los ocupantes del parque, ¿se arrepienten de algo?

-Pedimos disculpas a los que ofendimos de alguna manera y a los que molestamos tomando el parque… Yo te hago una pregunta a vos ¿Vos creés que alguien se hubiera enterado que toda esta gente no tenía dónde vivir si no hubiéramos hecho lo que hicimos?
-Bueno, el problema habitacional se sabe, hay muchísima gente que está en tu situación y no toma parques como lo hicieron ustedes…

-Por eso mismo pedimos una política habitacional que cambie esto. A veces hay que generar acciones que haga que esto cambie. No se va a resolver con darle viviendas sólo a la gente que está en el predio, porque hay un montón de déficit habitacional en la zona. Hay un montón de gente que sigue viviendo hacinada, pero tiene que haber una política que vaya progresivamente solucionando el problema. Ahora, si vos venís inscripto en una lista desde hace diez, quince años, donde no tenés una solución, donde pasan los gobiernos y te sentís manoseado y no te resuelven nada… Entonces, la gente llega a un punto de desesperación que, juzgar la medida en sí, nosotros no creemos tampoco que sea lo mejor haber tomado el parque. Es una situación que se dio, por el caldo de cultivo explotó de esa manera. No fue organizada, nadie se organizó para tomar el parque, fue una toma espontánea, de uno, otro, otro, otro hasta que se terminó haciendo lo que se hizo.
-Pero quizás, estos mismos vecinos que se están manifestando enfrente, también esperaron muchísimos años para tener su vivienda propia y de un día para otro se encontraron con esta situación frente a sus casas. Y también hay que reconocer que, bueno, es verdad , puede ser que haya mucha gente que está hace diez años anotada en alguna lista para esperar por su vivienda, su tierra. Pero, quizás muchas de las familias que están hoy en el parque, no son esas personas que están anotadas hace diez años. Entonces se daría una situación un poco injusta, ¿vos no creés eso?

-Yo creo que siempre, en todas las medidas como esta, siempre hay cosas justas, injustas, siempre hay alguien que se aprovecha, alguien que quiere sacar ventaja de una situación. Pero si nosotros dejamos que el árbol nos tape el bosque… La real situación es el déficit habitacional y que la gente no tiene dónde vivir. Muchos estuvieron bajo la lluvia, soportando palazos, tiros, trompadas, un montón de cosas. Si fuéramos mafiosos, narcotraficantes, y toda la clase de cosas de que se nos acusa, seguramente los muertos hubieran estado del otro lado. Todos los muertos y todos los heridos son de (los ocupantes de) el predio. Siempre hay quien se aprovecha, pero la realidad es que si esta gente tuviera donde vivir, cuando llovía se hubierha ido… Ya es una situación desgastante, hasta hoy ninguno tiene una certeza de lo que va a pasar, sin embargo no es lindo, no es bueno, no está bien, y no estamos cómodos viviendo en un parque.
-Alejandro, hay algunas versiones periodísticas que estuvieron circulando en las últimas horas que indican que… A ver, ¿A vos te apodan “Pitufo”? ¿O has estado detenido, has tenido antecedentes?

-Sí. ¿Por qué negarlo?
-¿En qué período y por qué motivo has sido detenido, Alejandro?

-Estuve preso por robo. La verdad es que desde que salí hace mucho tiempo empecé a trabajar, construí una vida,  terminé mis estudios, tengo secundario completo ahora. Cumplí mi condena, pagué mi deuda con la sociedad, y hoy lo único que busco es terminar de edificar mi familia y construir mi vida, nada más. No sé a que viene recordar que haya estado preso.
-¿Cuánto tiempo estuviste preso, Alejandro?

-Casi siete años. Los que me conocen saben que estuve preso, saben la clase de persona que fui y la clase de persona que soy hoy. Te cuento: no sólo estoy acampando en un parque, también generé algunas cosas buenas, formé una familia, tengo mis hijos, los crío, los mando al colegio, trabajo honradamente, todos los meses cobro mi sueldo, y traté de reordenar mi vida.
-Te pregunto esto, concretamente, porque algunos pueden pensar que estés vos, en concreto, tratando, de sacar algún tipo de beneficio con esto y estar involucrado en este tipo de beneficio con esto.. Pero, también para vos fue un shock estar, de repente en Casa de Gobierno hablando en una conferencia de prensa. Hace unos días estabas en Ciudad Oculta viviendo hacinado con tu familia, un conflicto de una semana donde hay personas muertas de por medio, y de repente te encontrás hablándole, casi al país… ¿cómo caés en esa realidad?

-Fue todo muy loco. Lamento haber llegado a esta situación. No fue un momento lindo. Nosotros estamos tristes, tenemos gente amiga, compañeros heridos, muertos. La verdad es que no tengo nada que festejar. Me hubiera gustado ir a la Casa de Gobierno porque se solucione, no por estar acampando en un parque y tener que ir a hablar de la muerte de un montón de gente. Hay que analizar un montón de cosas, de por qué estamos en la situación que estamos. La verdad, no tengo nada que festejar.
-Decime, ¿cómo pensás que se puede resolver este conflicto y de la forma más rápida? Porque, conseguir una vivienda para cada una de las familias que están acampando en el parque, para mañana es prácticamente imposible. En el mejor de los casos, si llegan a aceptar esta propuesta, las tierras que ofrece el Gobierno, la construcción seguramente va a ser a un mediano o largo plazo…

-Todo lo vamos a dialogar con todas las personas que están en el predio y vamos a decidir todas las cosas juntos. Si hay algún marco, alguna garantía de resolver el tema habitacional, la vivienda de la gente, nosotros vamos a hacer lo que tengamos que hacer. Lo único que queremos es que la gente tenga una vivienda. Le agradezco a todos, me tengo que ir.
-Una última pregunta ¿Si viene Gendarmería a las 5 de la tarde, que van a hacer?

-Nada. Si vienen y rodean el predio… mejor, ¿qué va a pasar? No nos vamos a estar agrediendo entre vecinos. No es mala onda, hace 6 días que estoy acá, estoy cansado, me duele la cabeza, disculpame. 

miércoles, 1 de diciembre de 2010

La credibilidad de los medios en caída

¿A quién le importa la credibilidad de los medios de comunicación? Obviamente, en principio, debería importar a sus dueños, a quienes los dirigen, y quizás también a los periodistas que trabajan en esas empresas. Después, a todos aquellos que enlazan sus estrategias políticas o de mercado a la comunicación masiva. Y, por último, a las audiencias, a los públicos, los receptores de esa comunicación. Se trata de una cuestión decisiva, dada la importancia que ha adquirido la posibilidad de influir en la opinión pública como núcleo de cualquier estrategia de poder.
Por eso resulta interesante la entrevista que realizó Víctor Hugo Morales por Radio Continental a Federico Aurelio, director de la consultora Aresco, que indagó en la percepción social del papel de los medios en nuestro país y obtuvo algunos resultados llamativos. Por caso, constatar la pérdida de “confiabilidad y prestigio” del periodismo, que durante más de veinte años encabezó esa encuesta, y que este año por primera vez bajó al segundo lugar. Según Aurelio “la institución comunicación/prensa/periodismo” pasó del 25% de aprobación en el 2009 al 18,6% en el 2010. Es decir, el periodismo bajó siete puntos en la consideración social. Al decir de Aurelio: 
“Y, lo que es más impresionante que esta modificación del posicionamiento de los medios de comunicación es el crecimiento de la institución Presidencia de la Nación, que pasó de estar con el 8% de aceptación en el 2009 a casi el 30% en el 2010”. Encabezando las preferencias de la sociedad, claro, en materia de “confianza y prestigio”.
Por cierto, nos resulta más que interesante esta referencia de la consultora respecto de los efectos de la abierta confrontación que los medios hegemónicos libran contra el Gobierno nacional, no leída en términos de mercado sino de aceptación social.
Señala Aurelio: “Esta fue una muestra que se hizo el 24 de noviembre, con un tamaño muestral de 2.337 casos, en el área metropolitana -Ciudad de Buenos Aires más Gran Buenos Aires-, con un margen de error del 2,07%. Ahí lo que indagamos más en profundidad, a partir de los resultados que estábamos obteniendo acerca de la confiabilidad y del prestigio de las instituciones, era sobre los porqué de las posibles variaciones. Fundamentalmente, en el tema del Gobierno nacional y los medios de comunicación, en este marco de conflicto que vienen teniendo hace un tiempo. Y ahí, indudablemente, está influyendo la buena evaluación que en este momento tiene la gestión del Gobierno nacional. Teniendo en cuenta que hoy, post fallecimiento de Néstor Kirchner, se ha llegado a valores de casi 70% de aprobación, o de valoración positiva, de la gestión del Gobierno nacional, en el marco del conflicto con los medios, eso está influyendo en la evaluación de la confiabilidad o prestigio de estas instituciones”.
Parece claro que quienes adoptaron el camino de la “crispación” sufren hoy el efecto “boomerang” y, luego de la muerte de Néstor y del proceso de reflexión y reconsideración colectiva acerca de sus logros, que obviamente se traduce en apoyo a la presidenta Cristina, los medios opositores sufren un fuerte impacto negativo en la evaluación de la sociedad.
Y, también esta encuesta señala un dato interesante de la recepción, en términos de opinión pública, del discurso catastrofista, intimidatorio, de los medios de comunicación. Así lo explica Aurelio: “Aparte, medimos algunas otras cuestiones muy interesantes. Por ejemplo, el nivel de reflejo del humor social que considera la gente que hacen los medios, y ahí la mayoría considera que los medios reflejan un mayor mal humor social que el que existe realmente. Y a su vez me parece que también influye el hecho de que según medimos hay un acuerdo importante de que la Ley de medios y la cuestión Papel Prensa también influyó en la pérdida en la confiabilidad de algunos medios”.
O sea, que la puesta en marcha de un proyecto orientado a la democratización de la comunicación, tal como lo procura la ley de servicios audiovisuales, y la puesta en debate acerca de una regulación de la producción de papel y la investigación sobre  la confusa apropiación de Papel Prensa han contribuido a generar en la sociedad argentina un estado de alerta que comienza a ponerle límites a las estrategias de manipulación de la prensa hegemónica.
Un cambio esperanzador y obviamente silenciado, dado que en nuestro país las empresas que dominan la comunicación masiva no publican estudios acerca de su credibilidad o prestigio en la sociedad. Se limitan, en todo caso, a difundir (cuando son positivos) resultados en materia de rating televisivo, audiencia radiofónica, entradas en sus páginas digitales o venta de ejemplares en la prensa gráfica. Pero nada acerca de su buena/mala aceptación social. De eso no se habla.