viernes, 29 de octubre de 2010

No estás sola, Cristina.

Estuvimos en la Plaza y formamos parte de la interminable cola que procuraba llegar a la Casa Rosada. Pero, después de más de siete horas, nos rendimos (estaremos viejos, quizás). O mejor, en verdad, teníamos urgencias que atender en casa.En los diarios que publicarán sus portadas dentro de un rato, es casi seguro que la movilización a Plaza de Mayo en homenaje a Néstor Kirchner y en apoyo a la presidenta Cristina, porque las dos cosas fueron juntas en los gritos del pueblo, habrá de ocupar un lugar central. Se trata de un hecho político de enorme significación, en tanto expresa la respuesta popular a la pérdida de un dirigente que es vivida como una derrota. Y, también, contradictoriamente, la afirmación de una esperanza, de la conciencia de haber asumido un proyecto de país, un voto a favor de Cristina.
En la fila, que se engrosaba inexorablemente, confluía lo heterogéneo y bueno que convoca el kirchnerismo. Una rica mezcla de generaciones, también de identidades políticas, de historias y de inscripciones sociales y económicas muy diversas. Y ahí caminábamos. El canto preferido era, obviamente, “¡Andate Cobos, la puta que te parió! Y luego, su versión irónica: ¡Y llevate a la Carrió!
Pero era infinita la muchedumbre. Nos hizo acordar a las marchas cuando murió Perón, bajo la lluvia. Allí también el campo popular se hizo presente, e iniciaba “colas” que no se sabía ciertamente a dónde llegaban, pero quería estar allí y decir presente.
Habrá que subrayar, para todos los compañeros que no pudieron acercarse a la Plaza de Mayo, que se trató (y se trata, porque continúa) de un ejemplo de movilización democrática. No hubo organizadores ni administradores de esta irrupción de la multitud. Como le escuchamos decir a una compañera *: “Somos nosotros, que nos disciplinamos en nuestra expresión. Aquí no hay peleas, hay sentimiento”.
Pero claro, una vez llegados a casa, buscamos en la red las versiones de esta marcha histórica y encontramos esto:
Y esto:
Bien sabemos cuál es el sentimiento hostil -y aún perverso- que anida tanto en las redacciones del Clarín como en La Nación respecto de la muerte de Néstor Kirchner y hacia el futuro del gobierno de Cristina. Pero, convengamos, en ese aminoramiento mentiroso entre las "decenas" de miles y los "cientos" de miles, los empleados de Magnetto terminan por certificar su renuncia a cualquier resto de veracidad, en su pretensión de trabajar como periodistas y a la vez rendirse ante la patronal, procurando minimizar una movilización que entrará en la historia por su magnitud y elocuencia.
Están asustados, parece.

* 3:16 de la madrugada la vimos -en la transmisión de Visión 7- lograr su objetivo, junto a sus compañeras, rindiendo homenaje al ex presidente. Bien por ella y por todos.

miércoles, 27 de octubre de 2010

¡Gracias Néstor!

El asesinato de Mariano Ferreyra y los tiempos de la derecha mediática

Hay que decir, como reconocimiento a Ricardo Forster, que no sólo juega en el campo amigo de TVR o "6-7-8", sino que también tiene el coraje de jugar de visitante -como lo hizo ayer, martes- en el programa “Palabras más, palabras menos”, enfrentando las mordidas de la jauría y la distorsión de los “zócalos” mal intencionados. Sucede que, más allá del empeño de una fiscal y de una jueza por esclarecer el asesinato de Mariano Ferreyra, los tiempos del Poder Judicial son demasiado lentos para la avidez de la derecha mediática, de la que son parte Tenembaum y Zlotogwiazda. Como era previsible, la investigación se complejiza en el cotejo de declaraciones y refutaciones, videos y pistas, que nadie puede saber en qué habrá de culminar.
Lo cierto es que, en estos días, la derecha trafica con la muerte de un pibe. Y despliega un arsenal de acusaciones que, apelando a la peor manipulación, intenta establecer un vínculo entre los presuntos asesinos y la dirigencia sindical nucleada en la CGT, conducida por Hugo Moyano, que apoya al Gobierno. Un tiro por elevación.
Está claro, a esta altura, que a Ferreyra, un joven militante del Partido Obrero, lo mató la derecha que anida en la Unión Ferroviaria. Desde los medios hegemónicos, se insiste -y se insistirá- en hacer responsable al gobierno nacional de esta muerte. Por aquello de que hay un “clima” discursivo, un “espíritu de confrontación”, supuestamente generado por el oficialismo, que alienta o genera las condiciones para la violencia física, práctica y, al fin de cuentas, criminal, entre otras hipocresías.
Se pretende deslegitimar así, de un plumazo, lo que ha sido, y es, una de las más virtuosas banderas del kirchnerismo, gobernante desde 2003 a la fecha: la valiente decisión de no reprimir las manifestaciones de protesta en los espacios públicos. Sólo desde el cinismo más descarado se puede refutar esta verdad, evidente para cualquiera que recorra las postales de la conflictiva realidad de estos años.
Las fuerzas de seguridad que responden al Gobierno nacional jamás dispararon frente a las movilizaciones políticas y sociales que han jaqueado -¡y cuánto!- la tan mentada “gobernabilidad”. Por el contrario, desde el Estado siempre se procuró encontrar caminos de negociación, se buscaron “consensos” para resolver esas protestas legítimas, o no.
Está claro que en el juego del “péguele a Moyano” se apunta contra el Gobierno. Y se apunta contra el “modelo” económico y social que impulsa el kirchnerismo. Y, obviamente, se intenta construir un clima de opinión opositor de cara a las próximas elecciones.
Es muy evidente la debilidad de la línea argumentativa de la derecha, especialmente cuando tiene que apelar a la exhibición en simultáneo -en las tapas de Clarín, La Nación y Perfil- de ocasionales fotografías del presunto tirador junto a figuras ligadas al kirchnerismo. Es muy forzado el intento de asimilar la trayectoria gremial y política de Hugo Moyano (opositor al desguace del Estado en los años 90) con la de José Pedraza (cómplice y beneficiario de las privatizaciones) para desacreditar al gremialismo argentino en su conjunto. Hay mucha basura mediática, allí.
A la derecha comunicacional, ligada como nunca antes al establishment económico, sin dudas les preocupa el avance de los trabajadores organizados. ¡Qué cosa, ahora pretenden participar de las ganancias de las empresas, según lo establece algún artículo sospechosamente olvidado de la Constitución Nacional! Y les molesta, también, que al interior del peronismo la CGT reclame -como “columna vertebral”- una proporción en la representación legislativa. Y, la pregunta: ¿por qué no?
Frente a esta ofensiva, es obvio que desde el kirchnerismo -esta encarnación del peronismo del cual nos sentimos parte- entendemos que es necesario dar respuesta. Y aquí se instala una discusión, tan rica como urgente. Porque, a veces, en los debates que nos impone una coyuntura, también se van prefigurando las estrategias.
Por caso: es muy evidente la debilidad del intento de ciertos medios que apoyan al Gobierno de enlazar el asesinato de Ferreyra con sectores ligados al ex presidente Duhalde. Un intento vano que jamás llegará a la supuesta cúspide a la que se pretende responsabilizar. En rigor, la discusión es otra.
Tal como señaló el ya citado Forster: Nos cabe a nosotros dar cuenta de ese asesinato cometido por una patota sindical. Le cabe a las instituciones de un estado de derecho avanzar sobre los responsables materiales e intelectuales. Le cabe al gobierno garantizar no sólo que eso se haga con premura sino avanzar sobre algunas de las causas que hicieron posible la masacre de Barracas. Sindicalistas canallas, empresarios explotadores, un sistema que perpetúa la precarización laboral, medios de comunicación que de una manera cínica presentan como héroes y virtuosos a aquellos que, ayer nomás, mostraban como violentos piqueteros que amenazaban la paz social y a los que había que poner un límite”.
Y más allá: es urgente que el Gobierno desmonte, de una puta vez, esa llaga que constituye el sistema de administración de los ferrocarriles. Hay que meter la mano allí, y barrer esa estructura corrupta e ineficiente que castiga a millones de pobres (a los usuarios y a los trabajadores). Este es el desafío que puede acallar a los que ladran, por izquierda y por derecha.

martes, 19 de octubre de 2010

La prensa hegemónica interpela a Scioli

En fin, uno lee y escucha, trata de informarse y entender. Y percibe que avanza, desde la prensa hegemónica (pero no sólo desde allí), un intento de construcción de un “clamor popular” que aboga por una suerte de armisticio en esa confrontación entre “populismo” y “neoliberalismo” (o izquierdas y derechas) que ha logrado exhibir -con más o menos eficacia persuasiva- de cara a la sociedad el kirchnerismo gobernante. Y “el hombre”, acariciado por la brisa de la historia, el que podría cerrar esa herida, acabar con la “división” entre los argentinos, sería, precisamente, Daniel Scioli.
Sobre él convergen dos solicitaciones. De una parte, quienes le reclaman que encabece al llamado Peronismo Federal (o disidente, o no alineado, o menemista) y cierre así, con una derrota elocuente, el ciclo de los Kirchner. De otra, quienes sugieren que, ungido como delfín del actual Gobierno, Scioli podría expandir las fronteras de aceptación popular del “modelo” kirchnerista, incorporando sectores de capas medias hoy renuentes a acompañar con el voto un tercer período.
Digamos, uno puede leer el reclamo por un Scioli francamente opositor en una nota redactada por Eduardo Van der Kooy, editorialista del diario Clarín, referida a “la debilidad política e institucional de los Kirchner”. Ahí se explaya el articulista a favor de la “esperanza blanca” de la democracia construida sobre consensos, sobre esas (pocas) cosas respecto de las cuales todos podríamos ponernos de acuerdo: “Las peores noticias (para el kirchnerismo, claro), sin embargo, provendrían de la política: Daniel Scioli, por primera vez, admitió la semana pasada que podría ser candidato a presidente. Lo hizo a su estilo, en extremo cauto, apenas insinuante. Pero fue mucho para lo que suele acostumbrar. El maullido de un gato pareció transformarse en el desierto político en rugido de un león. Nada indica que el gobernador de Buenos Aires haya recibido alguna venia del ex presidente”. O sea: el tal Scioli va por más, se independiza y se enfrenta, con su estilo cauto, dando maullidos que resuenan.
O, también, uno puede leer lo que afirma Joaquín Morales Solá, desde las páginas de La Nación, alentando esa esperanza: “Scioli no decidió lanzarse confiado sólo en un Dios bueno. Antes cotejó que una inmensa mayoría de intendentes presentes en aquel acto se solidarizaron con él y hasta evaluaron luego la posibilidad de escribir un documento público de adhesión al gobernador. Esos caudillos no se estaban abrazando a Scioli, sino diciéndole adiós a Kirchner. Otra vez, Scioli contra Kirchner como posible jefe de una oposición peronista.
También Mariano Grondona editorializó sobre este tema en el programa Hora Clave, emitido por Canal 26. “Yo noto, por ejemplo, en casa, o en lugares así, como privados, se discute a Scioli, hoy en día. Pero, Scioli si, Scioli no. Y es como el dios Jano, que tenía dos caras, con una cara miraba a un lado y otra cara mirando a otro. Porque hay como dos versiones de Scioli. Están los que dijeron: no, Scioli perdió el tren, no es su momento y cuando debía haber reaccionado no reaccionó. Algunos dicen, es un trapo de piso, entonces ya no podemos esperar más nada de él. Y esta otra cosa, lo del valor de la prudencia… Aristóteles dice que la virtud del político, es lo que llaman en griego kairós; que es la intuición del tiempo oportuno. Sería un dios que nos visita y nos dice: es el momento, no es el momento. Quiere decir que la realidad, que el tiempo, es desparejo. Hoy llueve, mañana hay sol y hay que adaptarse a las variaciones del tiempo político. Lo que parece obvio en un momento, es imposible en otro. Esta es la otra versión de Scioli, que yo creo que se ha ido cotizando…. La derecha, está claro, le formula un reclamo a Scioli: es la hora de confrontar y romper.
En fin, así están las cosas. Los articulistas de la oposición -con enorme trayectoria en la promoción de “soluciones democráticas y populares”, ¿no?- están jugados a la alternativa Scioli opositor, frente a la “crispación” que promueve el kirchnerismo.
Y, en este marco, importa lo que señala Manuel Mora y Araujo, desde el periódico Perfil: Hay una demanda que emerge de la ciudadanía: una síntesis entre lo que hoy se obtiene del Gobierno y lo que podría esperarse en los planos en los que el Gobierno disgusta. Esa demanda ya motorizó el voto que consagró a la Alianza en 1999: se buscaba mantener lo que andaba bien (que, después resultó, que no andaba tan bien) y mejorar lo que la sociedad no quería. La Alianza fue, en ese entonces, la respuesta que buena parte de la sociedad esperaba. Scioli se encuentra, hoy, en el preciso lugar en que podría ser la respuesta a esa demanda -exactamente lo que catapultó a Julio Cleto Cobos al estrellato hace dos años-”. Un tanto ambiguo, ¿no? Pero lúcido a la hora de especular sobre aquello que ronronea (no ruge todavía) al interior del kirchnerismo: Scioli como constructor de una nueva mayoría, sin el lastre K.
Dejamos para el final este sugestivo párrafo de Horacio Verbitsky, en Página/12: “Scioli fue interrogado en una radio (financiada en gran parte con publicidad del gobierno bonaerense) acerca de su candidatura. 'Si tiene que llegar, llegará', respondió luego de argüir que no pensaba en términos personales, sino en ponerle el hombro al país. Un funcionario de primera línea del Poder Ejecutivo sostuvo esta semana que la participación de Scioli en una primaria presidencial, fue acordada con Néstor Kirchner, que de este modo legitimaría su candidatura en una elección tanto o más significativa que la radical, entre el vicepresidente Julio Cobos y el diputado Ricardo Alfonsín. El acuerdo incluiría seguridades, cuya índole no aclaró, sobre la victoria de Kirchner en esa primaria. Uno de los líderes del Frente para la Victoria en el Congreso afirmó que el proyecto de Scioli está más avanzado de lo que se cree y lo resumió en siete precisas palabras: 'Por las buenas o por las malas'. Pero muy cerca de Kirchner nadie cree que Scioli se anime a desafiarlo. La idea predominante es que esa candidatura es una expresión de deseos de Clarín y del filántropo colombiano Francisco de Narváez, quien esta semana confirmó su amistad con Scioli y dijo que no tenía otra diferencia con él que su pertenencia al kirchnerismo, lo cual se parece demasiado a una invitación pública a saltar el cerco.
Más allá de estas operaciones de la prensa hegemónica para lograr que Scioli salte el cerco, es probable que la discusión en la blogosfera nac & pop continúe en torno de aquello que representaría el gobernador bonaerense en tanto relevo del oficialismo, sobre lo que suma o resta, sobre su posible papel en la dialéctica cambio/continuidad, despejada -según pensamos aquí- cualquier expectativa de “superación”. En este punto, la referencia ineludible en estas horas es el posicionamiento firme de Hugo Moyano, que ya mostró los dientes y señaló un escenario de conflicto entre los trabajadores organizados y el “cauto” Scioli. Puestos a elegir, creemos que el “modelo” se defiende con K. Y ahí apostamos.

viernes, 15 de octubre de 2010

Pidiendo oxígeno, Cleto asciende en la Fénix II

A estas horas, ya es sabido que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner informó que ha vetado la llamada “ley del 82 por ciento móvil”, iniciativa que no dudó en denominar “ley de quiebra del Estado”. De donde resulta que el Gobierno nacional demostró -dado lo expeditivo de la respuesta- que sus anuncios previos a la votación no eran una simple “chicana” o presión, sino una decisión tomada, que contemplaba los previsibles costos políticos de esta medida.
En las horas que precedieron al discurso de la Presidenta, no fueron pocas las repercusiones de la votación ocurrida el miércoles por la noche en el Senado. En las ediciones matutinas, el periodismo gráfico especuló acerca de la razón por la cual la bancada del Frente Para la Victoria y sus aliados habían decidido dar quórum para una votación con un resultado, cuando menos, incierto. Y, también, formularon hipótesis sobre las intenciones del oficialismo al otorgarle al vicepresidente Julio Cobos, otra vez, un papel protagónico en la resolución de un debate con obvia repercusión social.
Así lo expresó Marcelo Helfgot, desde las páginas de Clarín: “El oficialismo pudo haber negado el quórum, como tantas otras veces. O impedir que Julio Cobos volviera a capitalizar la aprobación de un proyecto de alto impacto social, como el del 82% móvil, apartando del recinto a uno de los suyos cuando el empate estaba cantado y eso significaba una derrota segura. Sugestivamente, no incursionó en ninguno de los dos caminos”.
Dejemos de lado la especulación acerca de la decisión oficial de forzar la resolución de este entuerto en un escenario de baja repercusión, ante el impacto mediático del rescate de los mineros chilenos que ascendían en una cápsula. Retenemos sí, como plausible, la hipótesis de que el kirchnerismo procuró “colgarle a Cobos y al resto de la oposición el mote de irresponsables que procuran desfinanciar al Estado”. Y, de rebote, darle “nueva visibilidad a Cobos, que estaba en franco declive, para entorpecer la interna del principal partido de oposición, la UCR, donde se venía afirmando la figura de Ricardo Alfonsín”.
En la misma línea interpretativa, el diario La Nación publicó con la firma de Iván Ruiz, una nota donde se señala: “Este nuevo desempate puede ser un guiño para el vicepresidente, que vuelve a tomar protagonismo, cuando Ricardo Alfonsín parecía sacar una ventaja en las encuestas”. Y agrega: “Según informa La Nación, el jefe del oficialismo en el Senado, Miguel Angel Pichetto, contaba con precisas instrucciones de Cristina Kirchner para obligar a Cobos a desempatar”.
Coincidentemente, el diario Página/12 publicó una nota firmada por Sebastián Abrevaya, donde se afirmaba: “Pocos minutos antes de la votación y como un regalo de medianoche, Pichetto le adelantaba ayer al vicepresidente que el oficialismo había decidido, como en el caso de la Resolución 125, darle el lugar de decidir la suerte del 82 por ciento móvil. ‘Probablemente tenga que volver a desempatar. Es una votación que va a afectar al gobierno nacional y provocar un fuerte daño a la credibilidad económica’ le advirtió”.
En fin, Cobos hizo lo suyo, jugó el juego que más le gusta, traicionó a Cristina, y recuperó una centralidad (precaria, si se quiere) en el paisaje mediático. Como es sabido, Cristina durante el día de ayer lo definió como un “okupa” en su cargo; Aníbal Fernández lo acusó, lisa y llanamente de traidor; y Amado Boudou, de irresponsable, entre otras tantas lindezas. Lo cierto es que en el ambiente comunicacional sobrevoló el recuerdo del voto “no positivo” en los días de la discusión de la Resolución 125. Y Cobos, mal o bien, fue otra vez convidado al centro de la escena.
En ese marco se dio este interesante intercambio en el programa “Código Político”, emitido ayer por la noche, por la señal “ultra opositora” TN.
Julio Blanck: El Gobierno, o el kirchnerismo en el Senado, le hizo un favor bárbaro a Cobos, que es su oponente en la interna, porque le dejaron desempatar anoche el tema de las jubilaciones… A ver, a Cobos, desde aquel voto “no positivo” le había costado encontrar protagonismo, anoche se lo dieron otra vez, y lo aprovechó…
Ricardo Alfonsín: No me van a creer. Yo creo que cuanto más fuertes lleguen los candidatos del partido, mejor. Así que no me preocupa eso, sinceramente, no me preocupa. No es tampoco que uno sea presuntuoso, pero no me preocupa eso. Vamos a discutir ideas, proyectos, programas… Algunas diferencias puede haber entre nosotros, y tendrán que ser los afiliados y los independientes los que decidan.

En fin, el Gobierno decidió construir a su adversario, en esta ocasión, como en tantas otras veces antes. Una opción política, claro. Que algunos opositores de derecha, que siempre se suponen más sabios, ironizaron. El kirchnerismo, esa manga de boludos, decidió poner en primer plano a “La armada Brancaleone” y a su jugador decisivo en esta escena (Julio Cleto Cobos) para marcar a fuego el juego perverso de la oposición. Y decidió, también, poner la cara ante la sociedad vetando una ley que apuntaba al corazón de la sustentabilidad del sistema previsional de nuestro país. Y, de paso, sembrar desorden en la interna del radicalismo. ¡Qué boludos!

viernes, 8 de octubre de 2010

¡Y dále con Lanata!

Condenado al ostracismo, conduciendo un programa nocturno en una señal marginal (canal 26), en un horario donde compiten los “tanques” de la televisión abierta, Jorge Lanata la tenía muy difícil a la hora de encontrar, no sólo un público propio, sino algún “rebote”, algún espacio de incidencia, alguna mención en la corriente principal de la comunicación masiva.
Sin embargo, en los últimos días, Lanata, un exaltado decadente que quiere hacerse oír desde la periferia comunicacional, se ha visto favorecido por un inesperado aliado en su intento por hacerse visible y participar del debate político y adquirir algún simulacro de autoridad. En efecto, sorprendentemente, 6-7-8 decidió acudir en su ayuda y construirlo como un adversario de fuste. Una y otra vez, el programa de la TV pública reitera la ostensible mutación en las opiniones de Lanata, a lo largo de las sucesivas ediciones, convirtiéndolo en un protagonista, en apariencia ineludible.
En la edición de ayer, 6-7-8 difundió un informe acerca de las repercusiones de un artículo del diario El País, de España, titulado: “Maradona como metáfora argentina”, presentándolo bajo el título/zócalo “Lanata a la derecha de Feinmann… (Eduardo)”. Digamos, el propósito de este tramo del programa no fue cuestionar ese artículo bizarro, someterlo a crítica, sino ¡dejar sentada la coincidencia en las posiciones de Feinmann y Lanata! O sea, un abrazo en el barro de los luchadores de lo peor.
Después, señalaron la común aversión de Lanata y Feinmann sobre cualquier reconocimiento a la figura de Ernesto “Che” Guevara, y su crítica coincidente a la toma de colegios. Y, finalmente, el informe reiteró el “hit” denuncista sobre Lanata, que se resume en la contraposición de dos declaraciones. Lanata dice en 2003: “Yo creo que los asuntos del pasado siguen existiendo porque nunca hubo justicia. O sea, no creo que los asuntos del pasado sean pasado. Hasta que no haya justicia en serio, la grieta sigue abierta”. Y, luego, su sospechosa "actualización", en 2010. Dice Lanata: “Me tienen harto con la dictadura. ¡Algo que pasó hace 34 años!”.
Un apunte al paso. ¿No parece débil argumentar que, tanto Martín Caparrós como el propio Lanata eran defensores de la “memoria” cuando habían publicado sendos libros sobre la historia argentina? ¿Se trataba sólo de un afán comercial/editorial? ¿No resulta esto una chicana barata? Nos parece que una discusión acerca del papel que cumplen hoy algunos periodistas que, tiempo atrás, fueron clasificados como “progresistas” (¿qué será eso?) no admite semejante reduccionismo.
Pero, sigamos. Y aquí viene a cuento reivindicar al tan cuestionado Orlando Barone, porque él sí enfocó su crítica sobre el artículo del diario El País y su asombrosa difusión en los medios argentinos. Y porque, también, se declaró en rebeldía respecto del tratamiento sesgado de la producción de 6-7-8.
Dijo Barone: “No sé si nos estamos excediendo en poner algún personaje allí, siempre como protagonista. Como si su voz tuviera importancia. Me parece a veces importante reducir la importancia del mensaje. Porque si no, le estamos dando, a lo mejor, un escenario que no se merece. Hay cierta altura donde la decadencia debe decaer sola”.
Y sí, tiene razón Barone. Porque el “agite” que ha hecho PPT de la figura de Lanata, no hace sino favorecerlo, resucitarlo. Basta ver cuántas intervenciones en los blogs ha merecido, cuántas discusiones, a favor y en contra. El problema es que 6-7-8 se encapsula y discute con cualquiera que le “toma su palabra”, y se equivoca. Lanata no vale la pena.

martes, 5 de octubre de 2010

6-7-8 nos afana y ¡nadie hace nada!

Es así, otro ataque a la patria bloguera. Esta vez, no fue un golpe del Grupo Clarín, sino de una colateral del kirchnerismo "totalitario". La productora Pensado Para Televisión (que ya se verá, no piensa mucho, sino simplemente afana), hizo suyo un señalamiento nuestro, publicado a las 3:18 AM del domingo 3 de octubre (trasnochados, ¿vio?). ¡Je, pavada de anticipación! Allí descubrimos con nuestra habitual perspicacia (?) que el portal brasileño Carta Maior formulaba una débil denuncia acerca de la distorsión informativa que Eleonora Gosman, corresponsal del Grupo Clarín en San Pablo, hacía al publicar una entrevista al presidente Lula da Silva, donde ella no había estado presente.
Aclaremos: a la hora de nuestra publicación, no estaba asequible la versión digital de Página/12, que puso esa entrevista en tapa. Nosotros hicimos una traducción precaria, y una comparación entre la versión original (publicada en Carta Maior, en portugués) y el producto manoseado por Gosman en la página digital de Clarín, el sábado 2 de octubre. Y, como se debe, con “actitud bloguera” editorializamos “fuertemente en contra” de la manipulación informativa (cuestión que, obviamente, Página/12 no registró).
Dijimos al respecto varias “cositas”. Una, que Gosman “expurgó” del texto “aquello que no convenía a la línea editorial de la empresa para la cual trabaja”. La segunda, como remate de nuestra humilde intervención: “En fin, una obviedad, a esta altura: si querés informarte, no leas Clarín”. (¡Nos copiaron hasta las comas!). (Ver nuestro post anterior)
Sucede que a 6-7-8 le resultó útil este post de “Dame tu palabra” y lo reprodujo textualmente, sin citar la fuente, ni en la presentación del informe ni en su remate, sobre la venalidad y partidismo del periodismo dominante, tanto brasileño como argentino.
Lo curioso es que algún panelista se manifestó asombrado acerca del fuerte cuestionamiento de Carta Maior respecto de la manipulación de Clarín. Pero no era el sitio digital brasileño, ¡éramos nosotros! Lo que 6-7-8 realmente difundió, fue textualmente nuestro artículo, que incluso difiere respecto de la traducción ofrecida por Página/12 en el reportaje a Lula.
Todo bien, si suma a la política comunicacional del “tanque” televisivo 6-7-8, tan afín a nuestras expectativas, pero, ¿cuesta tanto darnos el crédito, no sólo a nosotros, sino a los blogs, en general? ¿Cuesta tanto aceptar que los blogs más pequeños somos también “fuentes” alternativas respecto del periodismo hegemónico? En fin, la guerrilla informativa sigue: ¡Hasta la victoria Gvirtz!

PD.: Véase este interesante (y ético) registro del internauta ezesolares en Taringa!

domingo, 3 de octubre de 2010

En Brasil también se dieron cuenta: ¡Clarín miente!

Expurgar: Quitar lo considerado como no conveniente de algún escrito.
Fuente: Diccionario Clarín. AGEA S.A. 2003.

Sucede así. La corresponsal de Clarín en San Pablo, Eleonora Gosman, publicó ayer en la página digital del multimedio una nota referida a las opiniones del presidente de Brasil Lula da Silva sobre el papel de los medios en la construcción de la opinión pública, entre otras cosas. Según entendemos, Gosman “expurgó” aquello que no convenía a la línea editorial de la empresa para la cual trabaja.
Leemos (y traducimos con imperfecciones) esta nota del portal Carta Maior, de Brasil. Bajo el título "Clarín repercute entrevista de Lula à Carta Maior", el sitio brasileño señala: "El diario argentino Clarín 'rebota' este sábado la entrevista que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva concedió a Carta Maior. El artículo firmado por Eleonora Gosman, corresponsal de ese diario en San Paulo, aparece destacado en la página web del diario argentino enfatizando las declaraciones de Lula sobre los medios de comunicación. En la guerra contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, Clarín trató de seleccionar algunas de las declaraciones del presidente de Brasil, sobre el tema: Lula dice que gracias a la libertad de prensa "llegué donde llegué"- destaca el título de la nota. El texto también refiere que participaron en la entrevista "dos medios latinoamericanos", sin mencionar que uno de ellos es su competidor Página/12 (el otro fue el periódico mexicano La Jornada). En la selección de las declaraciones de Lula, Clarín dejó de lado las reflexiones del presidente brasileño sobre los problemas de los medios latinoamericanos (la similitud del tipo de cobertura realizada por los grandes medios de comunicación de la región) y también en los Estados Unidos, donde el presidente Barack Obama ha caracterizado a la cadena Fox como un partido de la oposición y no como un vehículo de comunicación".Luego de esta denuncia acerca de la sesgada "selección" operada por Gosman, Carta Maior, bajo el subtítulo "Crímenes durante la dictadura", ofrece un relato del conflicto que el Gobierno argentino mantiene con la prensa hegemónica. Se refiere allí a la difusión del informe sobre Papel Prensa, presentado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, dando cuenta de la complicidad de Clarín, La Nación y La Razón con la dictadura militar. Y, también, de la polémica que involucra a la propietaria del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, por la supuesta apropiación de hijos de desparecidos.
En la versión de Clarín, Gosman señala: "El presidente agregó que no tiene mucho de qué quejarse sobre los medios de su país". En realidad, Lula dice: "Mirá, el día en que la prensa brasileña resuelva divulgar la revolución que ocurrió en Brasil, el pueblo se va a dar cuenta de por qué el gobierno aparece con un 80% de aprobación en las encuestas. No es Lula, es el gobierno que aparece con una aprobación del 80% en el octavo año de mandato. ¿Cuál es el fenómeno? Porque no depende de la prensa. Si dependiera de la prensa, yo tendría 10, menos 10 de aprobación. Yo estaría debiendo puntos. Es decir, ¿cuál es el fenómeno? El fenómeno es que las cosas están llegando a las manos del pueblo. El pueblo está recibiendo los beneficios, el pueblo está viendo que las cosas suceden. Y quien no habló no fue parte de la historia de ese período. Creo que fue el gran cambio que veo desde 2003 hasta 2010.
Carmen Lira / La Jornada: Usted acaba de mencionar algo muy interesante para los mexicanos. Hicimos cosas que la prensa algún día dará a conocer. ¿No fue divulgado por el gobierno?
Presidente Lula: Mirá, aquí en Brasil, hay un debate muy interesante. Me he dado cuenta de que la Argentina tiene el mismo debate, y que los países de América Latina tienen el mismo debate. Y me he dado cuenta que incluso Obama, cuando asumió el cargo, dijo que Fox no actuó como un medio de comunicación sino como un partido político. Bueno, hablo con muchos dirigentes de todo el mundo. Todo el mundo se queja. No me quejo mucho de la prensa porque yo creo que llegué a donde llegué por causa de la prensa. Ella contribuyó mucho para que yo llegase a donde llegué. Por lo tanto, soy un defensor declarado de la libertad de expresión y la democracia. Ahora, algunas personas confunden la democracia, la libertad de comunicación con actitudes extemporáneas. Y no sé si es una cuestión mundial, o que no hay buenas noticias o que tal vez lo que venda diarios sea sólo el escándalo".
Y después dice Gosman: "Cuestionado sobre su relación con los grandes grupos mediáticos de su país, el presidente recordó que nunca almorzó o cenó con los dueños de diarios, revistas o emisoras. 'Mantuve con ellos una relación democrática, respetuosa, que partió de entender el papel de ellos al mismo tiempo que yo quería que ellos entendieran el mío'".
Qué dijo Lula: "Mirá, yo voy a terminar mi mandato sin haber tenido jamás un almuerzo con el titular de ningún periódico, ningún propietario de la televisión, ningún propietario de una revista durante mi mandato. Mantuve con ellos una relación democrática, respetuosa, entendiendo el papel de ellos y queriendo que ellos entendiesen mi papel. Creo que muchas veces el pueblo sabe las cosas buenas que suceden en este país porque nosotros divulgamos a través de la publicidad oficial, porque Internet divulga, los blogs divulgan, el blog del Planalto divulga... Pero a veces, si dependiera de determinados medios de comunicación, simplemente no hablan sobre el asunto. Algunos incluso dicen 'mirá, no tenemos ningún interés en hacer la cobertura oficial de la inauguración de cosas'. Usted sabe, no tiene ningún interés. Puede ser cierto... El hecho concreto es que creo que si el pueblo fuese mejor informado, el pueblo sabría más cosas y las personas podrían hacer un mejor juicio de valor acerca de las cosas. Así que para mí, el arte de la democracia es esta, que las personas tengan seguridad en la calidad de la información, en la fluidez de la información y la neutralidad de la información. Aquellos que siguen la política brasileña en ese momento se darán cuenta de que sería mucho más fácil si algunos medios de comunicación asumiesen, categóricamente, su compromiso partidista. Y entonces sabríamos quién es quién, pero no es así como funciona en Brasil. Al parecer, todos los medios son independientes, pero basta sólo ver los titulares para comprender que la independencia termina donde comienza el comercio".
En fin, una obviedad, a esta altura: si querés informarte, no leas Clarín.