lunes, 20 de julio de 2015

Confieso ser porteño, kirchnerista, y haber votado en blanco.

La gran esperanza blanca del progresismo porteño anti K, Martín “Rulo” Lousteau (ECO), estuvo a punto de coronar su gran jugada y derrotar al candidato de la derecha rústica anti K, Horacio “Pelado” Larreta (PRO). Pero le faltaron tres tristes puntos. Obviamente, la mayoría de los votantes K decidieron saltar los alambrados, desoír a su conducción que había aconsejado “no votar a ninguno de los dos, ni a ECO ni a PRO porque son parte de un mismo proyecto”, y hacer causa común con el radicalismo antimacrista, apoyando a Lousteau.
Son esos votantes efepevianos que “hicieron la suya”, satisfaciendo su legítimo deseo de joder a Macri, quienes te reprochan: “Tu voto en blanco le permite a Macri seguir siendo candidato a presidente. Y además, seguir controlando la Ciudad. ¡Y todo por tu culpa!”.
¿De verdad piensan que la candidatura presidencial de Macri se plebiscitaba en esta elección a Jefe de Gobierno porteño? ¿Piensan que si “Rulo” Lousteau ganaba por cinco (5) puntos el “círculo rojo” resignaba a su candidato favorito? No son tan fáciles las cosas. En el peor de los casos, Larreta hubiera sido arrojado a la hoguera de los impresentables, cargando con toda la responsabilidad por la derrota, y el winner Lousteau se hubiera abrazado en los estudios de TN con Macri y Carrió, confirmando su pertenencia a la alianza Cambiemos. Y Macri seguiría adelante con su candidatura por la sencilla razón de que es el único candidato no peronista del “círculo rojo” que sigue en carrera. O sea, un imprescindible.
En concreto, nos quedó Lousteau como enorme ganador de esta coyuntura. “Somos la segunda fuerza en la Ciudad”, anunció Rulo exultante. Y no le falta razón porque en la primera vuelta había condenado al FPV al tercer puesto, desplazándolo obviamente del balotaje, pero además desplazándolo también del papel de segunda minoría en la Legislatura porteña. ¡Por primera vez en ocho años, el FPV resigna su posición como principal fuerza opositora en la Ciudad! Y este sí que es un “dato duro”.
Lousteau engordó veinte (20) puntos en quince (15) días, gracias al voto antimacrista, fundamentalmente efepeviano. ¡Y todo gratis, sin establecer un compromiso político de ningún tipo en la Legislatura, o donde fuere. Sólo para satisfacer el deseo de revancha de los kirchneristas derrotados en primera vuelta!
A Lousteau le aguarda un brillante porvenir, no sólo en el distrito porteño -esa enorme vidriera- sino a nivel nacional. ¿O acaso tiene el radicalismo muchos candidatos taquilleros como este economista que cuando fue ministro de Economía casi nos llevó a una guerra civil contra la presidenta Cristina por hacer mal los números de la Resolución 125? Lousteau emprende un irresistible ascenso gracias al voto enardecido de los kirchneristas porteños que se enamoran de las victorias tácticas.
Yo no lo voté.

sábado, 18 de julio de 2015

Clarín tiene su porvenir allanado. Ninguno de los “presidenciables” hará campaña a favor de la Ley de Medios.

El allanamiento a la casa de Víctor Hugo Morales como efecto retardado de una demanda de Cablevisión presentada hace 15 años -nada menos- espectaculariza el sometimiento de buena parte del Poder Judicial a los intereses y urgencias políticas del Grupo Clarín. Peor: Magnetto insiste en tomar venganza sobre su archi enemigo Morales enviando a su abogado estrella, el Colorado Cassino, a husmear y justipreciar los muebles y obras de arte embargables.
Desde posiciones cercanas al actual Gobierno nacional, se ha interpretado que este ataque evidencia alguna suerte de impotencia o desesperación del Grupo ante un resultado electoral que se presume favorable al FPV y, en consecuencia, inquietante para Clarín.
Ese espíritu optimista dominó algunas intervenciones de los invitados a la emisión de 678 que respaldó a VHM, exhibiendo el amplio marco de solidaridades que se manifestaron en su defensa. Pero ese entusiasmo debiera moderarse ante la consideración de un par de cuestiones.
De una parte, el candidato presidencial por el FPV Daniel Scioli desoyó a lo largo de ocho años los reclamos formulados, tanto por Néstor como por Cristina, para que la gobernación bonaerense cesara en contribuir con muy generosa pauta publicitaria a los medios del Grupo Clarín. (Contribución que tuvo como contrapartida una fuerte cobertura mediática del Grupo hacia el gobernador Scioli, aún en sus más difíciles coyunturas). Tampoco cedió Scioli ante el pedido de la conducción K de no asistir a los festejos institucionales del Grupo o a las emisiones de su canal de noticias (TN). Y vale apuntar, además, que nunca se manifestó a favor de la plena aplicación de la Ley de Medios sino que -acorde a la posición de Clarín- suele aducir que se trata de una ley “vieja”.
De otra, el candidato presidencial por la oposición Mauricio Macri siempre se manifestó adverso a la ley de desmonopolización de la industria comunicacional, norma que sus legisladores votaron negativamente, e incluso logró aprobar en la Legislatura porteña una ley local -restringida al ámbito de la Capital- que estableció límites a la aplicación de la Ley de Medios.
Las encuestas insisten en señalar que son dos -y sólo ellos dos- los candidatos que pueden resultar victoriosos en la disputa electoral por la Presidencia: Daniel Scioli, por el oficialismo; Mauricio Macri, por la oposición. Y ambos, entre otros acuerdos y complicidades, coinciden en que la Ley de Medios no debe ser aplicada al Grupo Clarín.
De allí que la ofensiva desplegada en los últimos días contra figuras muy caracterizadas del kirchnerismo -la presidenta Cristina, Máximo Kirchner o Víctor Hugo Morales-, lejos de constituir manotazos de ahogado o gestos propios de ratones en fuga, expresan el propósito de advertir a los presidenciables que el Grupo se siente fortalecido y aún ensoberbecido y comienza a establecer briosos condicionamientos para el futuro gobierno. Como dijo algún ex candidato kirchnerista: el presidente de las corporaciones “sale o sale”.