jueves, 19 de septiembre de 2013

¿Vale la pena jugar de visitante en el estadio de TN? Si ves el partido en vivo, los K (casi) siempre ganan el debate. Pero al día siguiente, en el resumen que imponen los medios del Grupo Clarín, el resultado del partido se dio vuelta. Y así resulta que Forster sólo habló del Audi de la hija de Echegaray.

El papel cumplido por Ricardo Forster en la entrevista que mantuvo con Ernesto Tenembaum y Marcelo Zlotogwiazda en la señal de cable TN, la noche del martes pasado, fue merecidamente celebrado por los demócratas genuinos. El candidato a diputado por el oficialismo logró hacer pública en una pantalla enemiga una incisiva refutación a la presunta objetividad del “periodismo independiente”, tan obviamente parcial, militante y adverso al Gobierno nacional.
Forster fue muy claro al criticar la apertura tendenciosa del programa: “Me parece muy poco feliz la presentación que hicieron. Es un debate muy sesgado. Parece ser que el país sólo pasa por tratar de darle palos y palos al Gobierno en todas las esferas”. Y les aclaró: “No me parece mal que hablen de Guillermo Moreno, pero también hay otras cosas. No es justo el modo abusivo, sistemático e inclemente que ustedes usan. No es así. Yo no percibo el país que ustedes perciben en ese relato”.
Les recordó indicadores muy verificables, como la evolución del poder adquisitivo del salario y la jubilación mínimas que perciben los trabajadores desde 2003 a la fecha y les preguntó: “¿Esa mejora que multiplica por tres o cuatro la capacidad adquisitiva de los trabajadores no es narrable?”.
Sí, por cierto que es “narrable” pero no lo será en los medios del Grupo Clarín. Esa transformación de la economía y la sociedad argentinas en beneficio de los sectores populares no será televisada por TN ni publicada en ninguno de los medios del Grupo, como tampoco en ninguno de los otros medios privados que hacen seguidismo de su agenda y visión política. Y esa proliferación constituye, precisamente, la tan mentada y negada “comunicación dominante”.
Ahora bien: ¿cuál fue el efecto expansivo de esta polémica que dejó muy bien parado a Forster y acorralados y puestos en evidencia en su pobreza argumentativa a sus entrevistadores? Basta chequear en Google para llegar a un balance muy elocuente.
Sucede que, interrogado acerca del publicitado regalo de un auto Audi que el titular de la AFIP Ricardo Echegaray le hizo a su hija cuando cumplió 18 años, el entrevistado “K” no vaciló en cuestionar al titular de la AFIP. Y así lo consignó TN en su sitio digital: “Un funcionario no debe hacer eso. Es mi posición. Es una cuestión de pudor que debe estar por encima de todo. Representa mucho como funcionario que importa más que su vida privada. Es una responsabilidad política y ética”, aseguró el intelectual kirchnerista Ricardo Forster”. Y esta crítica de un intelectual “K” al funcionario “K” es lo único que prolifera en Google y subsume toda la entrevista, según la versión ofrecida por la comunicación hegemónica.
¿Pero y qué sucedió con el señalamiento que también hizo Forster en la misma entrevista acerca de la excepcional situación de la industria editorial argentina, sólo comparable con la expansión de los años 60? ¿Y cuánto quedó acerca del modo en que funciona Carta Abierta y el carácter público de sus reuniones, siempre filmadas y asequibles en la web? ¿Y acerca del modo en que el poder económico y comunicacional condiciona a la democracia en nuestro país?
Todo eso que dijo Forster sobre su visión del mundo -y mucho más- sencillamente “se perdió” y quedó reservado para quienes dispongan de una conexión a internet y de 20 minutos para atender a la entrevista completa en la web. Porque, más allá del efecto sobre el público que simultáneamente, en tiempo real, asistió a la escena televisada, lo que también debe pensarse son los efectos de su “proliferación” ulterior, sometida al control del Grupo.
Es decir: el recorte, la tachadura, la distorsión de los dichos de Forster pone en cuestión la conveniencia de impulsar la presencia de referentes del kirchnerismo en TN. No se trata sólo de coraje, ni de inteligencia, ni de idoneidad (valores imprescindibles para jugar en esa cancha hostil) sino, simplemente, de considerar los incontrolables efectos a posteriori, la manipulación de los dichos en las redes de la comunicación dominante que convierten una disputa ganada (ante un público muy minoritario y nocturno) en una derrota masivamente difundida por Clarín, Mitre, TN  y Cía. a la mañana siguiente. Y encima, sacan chapa de democráticos porque invitaron a los voceros del “autoritarismo K”.

martes, 10 de septiembre de 2013

El golpe “blando” que no fue por la no traición de Scioli. Fontevecchia y el enojo del “círculo rojo”. Psicología de Macri.

La insistencia de Jorge Fontevecchia en el abordaje “psicobiográfico” suele enturbiar sus análisis políticos, no exentos de lucidez. Así, el sábado pasado intentó, desde las páginas de “Perfil”, explicar las dificultades de la construcción política de Mauricio Macri en clave “PSI”, como resultantes de una tensión irresuelta entre su “amor al padre” filo peronista (identificación que le permitiría competir en 2015) y su deseo de ser aceptado socialmente entre los miembros de la oligarquía, tan gorila y anti popular.
Lo que lo lleva a Fontevecchia a concluir: “Lo que sirve para superar al padre en términos de éxito (político) podría ser contradictorio con lo que sirve para superar al padre socialmente en determinados ámbitos.” O sea: las dificultades del candidato a presidente de la derecha neoliberal Mauricio Macri no son estrictamente resultantes de su torpeza política sino más profundas y subjetivas: edípicas. ¿Lo dejamos ahí?
Fontevecchia está siempre tentado a contar la historia argentina como resultado de una secuencia de pulsiones, represiones y conflictos anímicos, de “enojos”, “disgustos”, “irritaciones”, “amores” y otras emociones (algunas de las cuales pueden volverse violentas) que afectan la vida de relación entre los “influyentes”. Una lectura “proustiana” que -lejos de cualquier referencia a la muy materialista disputa económica y el papel de las clases subalternas- supuestamente explicaría la marcha de las cosas en nuestro país como fruto exclusivo de los conflictos que se libran al interior de las clases dominantes.
Así, el domingo pasado, en su artículo “El círculo rojo”, afirmó:” Hay mucha gente influyente a la que este gobierno maltrató con crueldad que desea que los kirchneristas no sólo fracasen históricamente, sino que se vayan presos y execrados. No en 2015, sino lo antes posible. Y como una alianza entre Macri, Massa y Scioli hubiera anticipado esos tiempos, están muy enojados con Scioli por no haber accedido a abandonar a Cristina Kirchner.”
Si lo sabe, ¿no debería Fontevecchia identificar a quienes propician un quiebre de la institucionalidad democrática, el único escenario que permitiría que “los kirchneristas se vayan presos y execrados, no en 2015, sino lo antes posible”? En lo que habrá que coincidir con Fontevecchia en el señalamiento de ese “enojo” del “círculo rojo”. Porque “la jugada” del establishment era esa: sumar a Daniel Scioli a la rebelión anti kirchnerista que finalmente encabezó el intendente nordeltino Sergio Massa. Es decir: provocar una cascada de traiciones que precipitara una crisis institucional que hubiera permitido -efectivamente- “anticipar” los tiempos. Scioli no aceptó entrar en ese juego. Y sostuvo, de ese modo, la incertidumbre respecto de 2015, aunque algunos, porque están muy interesados o porque pagan el precio de su ingenuidad, confluyan en difundir el pronóstico de que Massa será, ineluctablemente, un “presidenciable”.

martes, 3 de septiembre de 2013

Massa es el candidato de “Clarín”. Es un oxímoron llamar a Massa renovador, estuvo a punto de decir su aliado sólo hasta octubre Macri, pero no le salían las palabras precisas.

Se calienta el debate al interior del “círculo rojo” del poder: ¿cómo puede ser, preguntan en “Clarín”, y Techint, y Arcor, que estos dos peleles se peleen antes de las elecciones? Además: salió la biografía de Massa escrita, editada, impresa y distribuida por el Grupo “Clarín”. ¡Ups!

Hace unos días, la periodista María Julia Oliván propuso una evaluación de la agenda de campaña del Frente Renovador encabezado por Sergio Massa de cara a las elecciones legislativas:
“Apostó a armar una agenda hacia octubre con el eje sobre cuatro temas: definir quién es el responsable de la inseguridad y plantear soluciones; reclamar la modificación del piso del impuesto a las ganancias, ofrecer respuestas al problema de conseguir el primer empleo y rechazar la posibilidad de una reforma que habilite a Cristina Kirchner a ser reelecta en 2015. Pero Sergio Massa, el ganador preferido de los peronistas lastimados y el candidato estrella de los medios, no logró puntear el debate. Aún golpeado, el gobierno nacional mantiene su principal reflejo: escribir la agenda y definir de qué se discute y con quién.”
Según Oliván detalla, el kirchnerismo fue dando respuesta o bajando el volumen a cada uno de esos temas, refutando con políticas los cuestionamientos de Massa & Co. Y concluye: “15 días tardó el kirchnerismo en vaciar la agenda de campaña. Eso no cambia la realidad pero debilita el envión que tuvo Massa con su buena elección en la provincia. Tendrá que barajar y dar de nuevo de manera veloz: queda poco más de un mes para las legislativas de octubre.”
Esta lectura provocó una airada respuesta de un puntero de Massa que camina el “territorio” digital, a falta de interlocutores en el barrio: “Malcriada en la política hecha a la medida de los medios descree Olivan de la política hecha desde la militancia y el prestigio personal basado en la confianza en que sos un buen gestor. Oliván, entendé a tu gente y entendé al peronismo, sin agenda a ese muchacho no se le debilita nada, acaba de demostrar que tenía razón, que sus dichos eran posibles con voluntad política y por sobre todas las cosas impone a los demás los temas de conversación y acción y en ese "los demás" incluye a las corporaciones de medios.” (Y sí, no es Malena Galmarini la única que patotea, según parece).
Está muy bien que un aspirante a un ascenso elogie a su líder pero ¿alguien puede argumentar en serio que Massa “impone temas de conversación y acción a las corporaciones de medios”? ¿Por qué se insiste en presentar a Sergio Massa como a un dirigente que no depende de una construcción publicitaria de los medios de comunicación hegemónicos?
Días atrás, pudo leerse en “Clarín” una noticia “fuerte”, una información relevante y socialmente necesaria: salió a la venta un libro publicado por una editorial del Grupo “Clarín”, escrito por un periodista de “Clarín” y prologado, también, por otro periodista de “Clarín”, y distribuido por Cúspide, la red de librerías del Grupo “Clarín”, sobre Sergio Massa. Su título: “Massa. El salto del tigre”. Y, encima, “Clarín” publica en la web una entrevista al autor, Pablo de León.
-¿Cómo se te ocurrió este libro?
-En realidad me llamó la gente de Editorial Clarín-Aguilar y me dijo un cortito y al pie: ¿Hacés un libro de Massa? Y lo hicimos rápidamente. Es un “instant book”. Ahí hablamos de cómo Massa sale a disputarle al cristinismo.
-Hay una anécdota muy buena: la señal de Jorge Bergoglio, el día que fue designado Papa.
-Y, sí. Ahí decide que en la vida hay que jugarse.
Pero hay una mejor versión publicada sobre esa escena decisiva en la vida de Massa, también, en “Clarín” digital:
El “Habemus papam” surgió de la temblorosa voz del cardenal protodiácono francés, Jean Louis Tauran, y el nombre de Bergoglio fue consagrado ante una Plaza de San Pedro pletórica de alegría. Esa misma emoción brotó en la oficina del Intendente de Tigre. Sergio Tomás sintió que el cuerpo se le desarmaba y comenzó a lagrimear sin poder contenerse. Ante la mirada de los jóvenes rafaelinos, sintió que algo había cambiado, como si ésa fuera una señal que le indicaba que era tiempo de asumir responsabilidades.
“Tomar decisiones”, se dijo Massa, en voz baja, sin reparar en que estaba rodeado aún de visitantes. Se sobrepuso a la emoción que lo embargaba y observó a los concejales santafesinos, junto a sus militantes.
“Esto es una señal, chicos. Y hay que saber interpretarla”, razonó con la vista todavía empañada. Sintió que era una bendición, que su cuerpo recibió de lleno.
“Me pegó fuerte, fue una trompada al medio del mentón”, dijo al llegar a su casa a su mujer Malena. La elección de Bergoglio cambió la ecuación de muchos. Incluso la de la Presidenta de la Nación. Massa comprendió entonces que era tiempo de definiciones.
Y sí -mal que les pese a ciertos propagandistas digitales-, el Grupo “Clarín” todavía construye candidatos. Sigue ostentando ese enorme poder que le permite convertir a un mediocre intendente bonaerense, que se limitó a promover políticas para los ricos que viven en los Countries y Barrios cerrados, atravesados por la “inseguridad”, comprando cámaras y brindando difusión de sus ilusorios resultados, en un prospecto de “dirigente peronista”. (Risas).
De aquí al 2015 falta mucho. Aunque la derecha oportunista se muestre embravecida.