Estuvo bien el informe “Papel Prensa. La historia”, emitido anoche por el programa 6-7-8. Útil para reconstruir la secuencia de los hechos. Bien guionado, filmado y editado. Un material orientado desde una perspectiva pedagógica. Quizás, hubiera resultado interesante ofrecer algunos datos duros adicionales acerca del funcionamiento del mercado del papel de diario y sobre la inversión pública que sostuvo -y sostiene- un negocio que sólo benefició a algunos actores privados. O sea, la economía de este despojo. Pero la exposición hubiera resultado demasiado extensa.
Es obvio que su impacto noticioso, su novedad informativa, fue aminorado por el reportaje a la principal testigo, Lidia Papaleo de Graiver, publicada por el diario Tiempo Argentino el domingo último, y que también fue entrevistada en vivo en la noche de ese mismo día en el debut, por canal 9, del programa “Bajada de línea”, conducido por Víctor Hugo Morales. ¿Qué más iba a decir ella?
La acusación ya fue enunciada elocuentemente. Más aún: sería conveniente que Osvaldo Papaleo moderara su entusiasmo y su repetida intervención, porque aquí, lo que abunda daña, si no agrega algo nuevo. Ya está todo dicho. Ahora, la pelea pasa al Parlamento y a la Justicia.
Por su parte, los denunciados -Clarín y La Nación- siguen estancados en su postura defensiva, cada vez más pobremente expuesta, agitando la bandera de la “libertad de prensa” supuestamente amenazada. Un punto clave. Se encierran en su pelea por sus propios intereses y construyen una agenda poco abarcativa. No pudieron convocar a una movilización en defensa de Fibertel, aún contando con una base de un millón de usuarios “perjudicados”. ¿Cuántos ciudadanos acompañarían una marcha en defensa de Papel Prensa?
No hay sujeto social masivo, aquí, que se enfrente al Gobierno en este intento por dilucidar la historia de esta apropiación violenta. Tampoco, una fuerte corriente de opinión a favor de esta apuesta. Hay, sí, una dirigencia política opositora que ha conseguido bancas en el Congreso (el grupo A, claro) que está dispuesta a todo con tal de fortalecer su pacto de visibilidad con la corporación mediática. Y éste es el verdadero problema.
9 comentarios:
Ahora que se desbarataron todas las campañas de Clarin y La Nacion por desvirtuar los hechos , crees que vana bajar el tema de los medios , pensando que con los tiempos de la justicia el tema pase al olvido ?
Un abrazo
Hola A.C.
Suscribo plenamente lo que decís.
El Grupo A y el multimedios se tienen a sí mismos, especularmente, como "el último bastión" y, en esencia, forman un todo.
Pero a la vez estamos prácticamente entrando a "el" año electoral, lo que va a fisurar aún más al Grupo A, y obligará también al CEO a redoblar esfuerzos para disciplinar la tropa.
Se me ocurre que nadie la tendrá fácil.
Te mando un abrazo
Me parece, Javier, que el debate en torno a la apropiación ilegal de las acciones va a seguir, en tanto no creo que la corporación mediática cese en su defensa. Pero entiendo que, una vez contada la historia de Papel Prensa, es necesario paulatinamente focalizar el interés en el proyecto enviado a Diputados. Menos Papaleo, más Rossi, ¿no? Un abrazo.
Si, Sujeto, están fuertemente articulados. Por eso le comentaba a Javier que es importante según creo focalizar el interés en el proyecto enviado al Parlamento. Veremos cómo se arregla el Grupo A para rechazar una iniciativa que democratiza el acceso al papel para todos los editores de diarios. Además, como vos apuntás, ingresamos al año electoral y dentro de ese grupo aparecerán algunas tensiones. Veremos. Un abrazo para vos.
Una cosa es ser cómplice cuando todavía no se sabe y otra distina serlo cuando ya todos saben lo que es Clarín, lo que es La Nacion.
Y por "todos" me refiero a los que no están metidos en el microclima político o aún informativo.
Un abrazo, Sanín.
De acuerdo, Ricardo, no es lo mismo. Sin embargo, me pregunto si esta lucha por el relato de lo sucedido en Papel Prensa logra efectivamente despertar el interés general. Me parece adecuado que Cristina haya puesto el acento hoy en el proyecto que ella envió a Diputados: “Lo que tienen que definir realmente es si están de acuerdo en declarar de interés público un insumo básico para la libertad de prensa como es el papel, que se produce monopólicamente y al cual todos los diarios no tienen acceso.” Por ahí va la cosa, me parece. Un abrazo para vos.
Es clarísimo lo que dice compañero, sin masa que apoye al multimedios o a la condena del mismo.
Una presión menos para la Justicia. Me momento nos toca vivir que tenemos más espectativas en ella que en el poder legislativo.
Me parece, Manuel, que esta lucha “saca de línea” a Clarín, lo obliga a exponer sus intereses y lo desgasta, pero no creo que la cuestión se convierta en una “pasión de multitudes”. Es cierto: es un momento curioso, viendo como la Justicia le pone algunos límites y el Grupo A se pone de rodillas. Un abrazo.
El problema que les aparece ahora a los firmantes del pacto de visibilidad, precisamente es el mostrase haciendo qué cosa. La autorrefencialidad imprescindible hoy para Clarín lleva a la incontinente Carrió a autodenunciarse como perteneciente a un cámara legislativa que es subalterna del escenario que trata de llenar, ese último muro de contención, esa cámara que cuando se enciende... y allí se termina incendiando la escenografía tanto parlamentaria como televisiva. Pque al no poder mover la aguja con YO SOY CLARIN, o LA VIDA POR FIBERTEL poco les va a quedar del sentido de epopeya republicana que pretenden montar despues de haberse expuesto como meros teloneros del medio.
Lo sorprendente, Anónimo, es el nuevo papel otorgado a Carrió en esta pelea. Según anuncia Morales Solá: "Nuevos testigos podrían aparecer desautorizando gravemente la falsa historia que el oficialismo enhebró sobre Papel Prensa. Algunos de ellos habrían tomado contacto ya con la dirigente opositora Elisa Carrió y se manifestaron dispuestos a declarar ante los jueces." ¡Epa! ¿Instructora de testigos?
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