El Grupo “Clarín” cumplió con su retiro espiritual anual en la Ciudad de Mar del Plata en un clima especial habida cuenta del impacto que supuso para los gerentes y periodistas destacados (“las primeras espadas”, según los denominaba el Noble fundador) el fallo de la Corte Suprema, que declaró constitucional la Ley de Medios. La migración de sus “plumas” -Ricardo Kirschbaum, Julio Blanck, Eduardo Van Der Kooy y Ricardo Roa- a la Ciudad Feliz obligó a la redacción del matutino a improvisar, refritando textos de periodistas que habitualmente no firman notas en sus páginas.
La presentación de estas “colaboraciones” fue -cuando menos- curiosa: “Ante el hermetismo oficial, y con el bache (¿?) que generan los días que faltan para la vuelta de la Presidenta a la gestión, prevista para el lunes, cualquier información sobre el estado de salud de Cristina Kirchner genera atención y polémica. Ayer, por caso, puede leerse dos editoriales de los periodistas Jorge Asís y Luis Majul.” Las palabras clave aquí son “información” y “estado de salud”.
En su “particular estilo” (según “Clarín”) Asís NO brinda ninguna información y se limita a sus habituales especulaciones trilladas, adjetivando como siempre en exceso, abusando de una ironía insultante en su crónica sobre supuestas luchas palaciegas, reuniones imaginarias, y apelando a un clásico de la prensa opositora: los inminentes cambios en el elenco de Ministros, que resultan estrictamente expresiones de deseos u operaciones dado que nunca pueden citar una fuente verificable. En fin, el hombre que jugó a ser Roberto Arlt en las páginas del Gran Diario Argentino vuelve, domesticado ya, ajeno a la literatura, superada la interdicción que Magnetto le impuso, dispuesto tal vez a trabajar codo a codo con Lanata, ¿por qué no?
El aporte de Majul, tomado de las página de “La Nación”, se mantiene fiel a su ya clásica secuencia de homenajes a los guionistas de Tato Bores, en abierta competencia con Asís. El Turco apela a “La garganta” como informante. Majul dice que se encuentra “de pura casualidad, con uno de los médicos que la controlan casi todos los días” y que esta fuente le confirma que Ella (Cristina) nunca volverá a ser la misma y asegura que “los 0,50 miligramos de clonazepam diarios que venía tomando para bajar su nivel de ansiedad e intentar dormir no le alcanzaron”. (¿Y? Mi tía, de 86 años, toma el doble y está bárbara). Pero, Majul también habló con un “ex ministro” que dice que la vio llorar recordando a su esposo, que “se agarraba rabietas” con “las versiones delirantes de que había vuelto a formar pareja”. Mirá vos.
Es decir, de lo anunciado -“información sobre el estado de salud de Cristina”- nada. Lo que sí ofrece “Clarín” es -otra vez- el ataque misógino a la Presidenta, el bastardeo de la información acerca de su salud, y esa versión burlesca del periodismo que se ha convertido ya en un problema para la revista “Barcelona” -la parodia necesita de un modelo “serio”- que se descubre definitivamente desplazada. ¡Atenta, Ingrid Beck!
1 comentario:
Pero el detalle de que Cristina anunció que se iba un mes y prolongó la licencia 45 días más, ¿no te parece llamativo?¿Y dónde ves la misoginia? ¿Y el ataque?
A mí me sorprende el trato amable que se la dispensado desde la prensa a Cristina estos dos años. Me parece un hecho inédito en democracia y preocupante, absolutamente negativo.
Se ve no vemos igual las cosas. Igual, me gusta mucho -quizás por eso- tu blog.
Te leo siempre.
Un abrazo.
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