lunes, 4 de noviembre de 2013

Crónica de un candidato asustado. Sergio Massa y sus mutaciones en torno a la Ley de Medios. Del amague de tercerismo frente al conflicto Gobierno versus Clarín al vergonzoso alineamiento con el Grupo, Adepa y SIP, firmando lo que le pongan a la mano. ¿Chapultepec? El bochorno es que ahora dice que Sabbatella es comunista.

A decir verdad, no deja de ser gracioso el intento del “massismo” de constituirse en una suerte de “tercera posición”, o algo así, como un sujeto político y comunicacional autónomo llamado a superar la inconducente disputa entre “el kirchnerismo y el partido Clarín, en su carácter de voces de un pasado que resiste al desalojo”. O sea: el “negocio del país dividido” y todo ese diagnóstico marketinero acerca de la supuesta lucidez de quienes se colocan por fuera de una pelea entre dos elites, que se retroalimentan recíprocamente en un “simulacro de combate”, y demás sarasa. Todo viejo, porque la Corte decidió a favor de la Ley de Medios, y los muñecos que apostaban a la ambigüedad quedaron fuera de juego, tal como le sucedió a Sergio Massa.
Claro que habría que tener presente que fue el propio Massa, funcionando en modo kirchnerista, el encargado de presentar el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, en marzo de 2009, cuando fungía como Jefe de Gabinete de la “diktadura”. Y que, balbuceando, leyendo y tropezando (ante la carencia de teleprompter), logró dejar sentado que, en aquel momento, Massita (como le dicen los propios) pensaba que:
a) Debía agradecerles “a todos los presentes la presencia hoy aquí, en esto que pretende ser el inicio o el punto de partida de un camino “darle finalmente a la Argentina una nueva Ley de Comunicación Audiovisual o en reemplazo de la Ley de Radiodifusión.
b) Y dijo: “Con todos los sectores tenemos la vocación y la voluntad de abrir un proceso en los próximos días que en foros de debate nos permita discutir y madurar todas las opiniones para luego sí darle una forma definitiva en la discusión en el Parlamento nacional.”
c) Y continuó: “Tenemos además la posibilidad de corregir los errores de una apertura indiscriminada que se dio durante los 90 para transformarla en una apertura mucho más federalizada que aumente nuestras voces, nuestros contenidos, generando más y mejores fuentes de trabajo en una industria que a lo largo y a lo ancho del mundo se va expandiendo.
d) Y concluyó: “Los invitamos, en definitiva, a participar, a debatir, a consensuar y a disentir, a dejar de emparchar para construir, a multiplicar la voces, teniendo en cuenta que el beneficiario final del esfuerzo que hagamos entre todos va a ser el ciudadano común, de a pie, y de carne y hueso que está en su casa esperando que a este tema también, que hace 25 años que espera, le pongamos de una vez y para siempre, un marco normativo que pluralice el derecho a la información.”  (Aplausos y ovación).
En fin, ante la mirada de la presidenta Cristina Fernández y del ex presidente Néstor Kirchner, en aquel entonces el Massa funcionario K intentaba alinearse con el reclamo de una información “plural”. Y aseguraba estar a favor de la información en beneficio del ciudadano común, de a pie, y de carne y hueso, lo que dejaba claro a los ciudadanos que a la hora de verbalizar frases gastadas es un tigre que las enhebra de a tres.
La cuestión actual es que el pasado domingo 27 de octubre la lista encabezada por Massa ganó las elecciones legislativas en la Provincia de Buenos Aires -venciendo al oficialismo K- y en consecuencia se aprestó a recibir un prolongado masaje comunicacional de sus sponsors, el Grupo “Clarín” y adláteres. Y así fue su día de gloria, el lunes 28, en el transcurso del cual fue entrevistado hasta el hartazgo.
Pero -la realidad tiene estas cosas y llega a ser ingrata incluso con los ganadores, quizás para reconducirlos a la humildad-, el martes 29 la Corte Suprema falló a favor de la Ley de Medios y la victoria de “Massita” quedó eclipsada por este rayo en el cielo sereno de la democracia argentina. Y, para colmo, el bueno de Sergio no tenía nada preparado para decir. O sea que: ¡El candidato a presidente se escondió ante la primera dificultad y guardó silencio!
Recién el miércoles 30 por la noche apareció en “A dos voces”, por la señal TN del Grupo “Clarín”, y dijo: “Lo que la Corte resuelva va a estar bien, porque es el tribunal del control constitucional. Todos deben respetar la decisión de la Corte”. Según resumió “Perfil” los dichos de Massa en TN: “Pese a su respeto por el fallo, manifestó sus objeciones sobre el manejo arbitrario del Gobierno en ciertos temas "como la publicidad oficial y su no abuso, así como la igualdad en la distribución (de la pauta), para tener todos la posibilidad de pluralidad de voces". Massa afirmó que "falta profesionalizar y ordenar el funcionamiento del AFSCA", y no dudó en reclamar un "trato igualitario" de parte del Estado para todo el espectro de los medios audiovisuales.”
Obviamente, al Grupo “Clarín” estas apreciaciones le resultaron débiles y gaseosas por lo que le reclamaron “actitud” y al día siguiente lo mandaron a la sede de Adepa -la asociación que agrupa a los editores de diarios- para ¡firmar la Declaración de Chapultepec por la libertad de prensa! Allí, el jueves 31 de octubre, el diputado electo por el Frente Renovador calificó como un “avasallamiento” la notificación que realizó el titular de la Afsca, Martín Sabbatella, en la sede del Grupo Clarín. “No se puede confundir constitucionalidad con arbitrariedad”, se quejó, definitivamente corrido de la “tercera posición” y ya obviamente alineado con el multimedios, con la línea Adepa - SIP, su ruta.
Pero, como para el Grupo la entrega (tal como sucede en el amor) nunca es completa, nos enteramos a través del Blog del Ingeniero que también le han pedido a Massa que -en línea con sus fluidos contactos con la Embajada yanqui- haga gala de su macartismo y diga: “Me parece también que no hay que confundir constitucionalidad con arbitrariedad. La mirada de (Martín) Sabbatella (titular del Afsca), por su formación en el Partido Comunista, es la de creer que el Estado tiene que tener una voz única en el sistema de información hacia la gente, y eso puede llevar a la arbitrariedad. Tiene que ver con su origen, lo marca la mirada de su formación política. Me parece que los medios son en la era moderna un vehículo de comunicación con la gente y que está bueno que estén representadas todas las voces... en la medida en que no prime el pensamiento comunista de la voz única”.
En fin, un periplo interesante del “candidate” que no puede sostener una posición democrática y se termina plegando a la derecha más obvia a la hora de “ser útil”. Según “Clarín” la secuencia de bochornos quedará en suspenso porque se fue. Descansará en Punta del Este, en la casa del artista uruguayo Carlos Páez Vilaró, con sus tres celulares, que seguramente comunican con la Santísima Trinidad, o algo así.

5 comentarios:

TEO dijo...

impecable. lo mismo que le comente a OMIX.

Saludos, TEO.

Daniel dijo...

Y con este muñeco Timorato pretenden construir candidatura presidencial?
Qué país generoso.

A.C.Sanín dijo...

TEO: fue Usted quien me inspiró. Gracias.

A.C.Sanín dijo...

Daniel: Efectivamente. Este muñeco que se esconde es la esperanza blanca de la Opo: el Capriles tigrense. ¡Tierra de oportunidades!

Anónimo dijo...

Lo triste es que Massita fue promovido por el kirchnerismo a las grandes ligas. ¿Se llama error no forzado?