martes, 19 de octubre de 2010

La prensa hegemónica interpela a Scioli

En fin, uno lee y escucha, trata de informarse y entender. Y percibe que avanza, desde la prensa hegemónica (pero no sólo desde allí), un intento de construcción de un “clamor popular” que aboga por una suerte de armisticio en esa confrontación entre “populismo” y “neoliberalismo” (o izquierdas y derechas) que ha logrado exhibir -con más o menos eficacia persuasiva- de cara a la sociedad el kirchnerismo gobernante. Y “el hombre”, acariciado por la brisa de la historia, el que podría cerrar esa herida, acabar con la “división” entre los argentinos, sería, precisamente, Daniel Scioli.
Sobre él convergen dos solicitaciones. De una parte, quienes le reclaman que encabece al llamado Peronismo Federal (o disidente, o no alineado, o menemista) y cierre así, con una derrota elocuente, el ciclo de los Kirchner. De otra, quienes sugieren que, ungido como delfín del actual Gobierno, Scioli podría expandir las fronteras de aceptación popular del “modelo” kirchnerista, incorporando sectores de capas medias hoy renuentes a acompañar con el voto un tercer período.
Digamos, uno puede leer el reclamo por un Scioli francamente opositor en una nota redactada por Eduardo Van der Kooy, editorialista del diario Clarín, referida a “la debilidad política e institucional de los Kirchner”. Ahí se explaya el articulista a favor de la “esperanza blanca” de la democracia construida sobre consensos, sobre esas (pocas) cosas respecto de las cuales todos podríamos ponernos de acuerdo: “Las peores noticias (para el kirchnerismo, claro), sin embargo, provendrían de la política: Daniel Scioli, por primera vez, admitió la semana pasada que podría ser candidato a presidente. Lo hizo a su estilo, en extremo cauto, apenas insinuante. Pero fue mucho para lo que suele acostumbrar. El maullido de un gato pareció transformarse en el desierto político en rugido de un león. Nada indica que el gobernador de Buenos Aires haya recibido alguna venia del ex presidente”. O sea: el tal Scioli va por más, se independiza y se enfrenta, con su estilo cauto, dando maullidos que resuenan.
O, también, uno puede leer lo que afirma Joaquín Morales Solá, desde las páginas de La Nación, alentando esa esperanza: “Scioli no decidió lanzarse confiado sólo en un Dios bueno. Antes cotejó que una inmensa mayoría de intendentes presentes en aquel acto se solidarizaron con él y hasta evaluaron luego la posibilidad de escribir un documento público de adhesión al gobernador. Esos caudillos no se estaban abrazando a Scioli, sino diciéndole adiós a Kirchner. Otra vez, Scioli contra Kirchner como posible jefe de una oposición peronista.
También Mariano Grondona editorializó sobre este tema en el programa Hora Clave, emitido por Canal 26. “Yo noto, por ejemplo, en casa, o en lugares así, como privados, se discute a Scioli, hoy en día. Pero, Scioli si, Scioli no. Y es como el dios Jano, que tenía dos caras, con una cara miraba a un lado y otra cara mirando a otro. Porque hay como dos versiones de Scioli. Están los que dijeron: no, Scioli perdió el tren, no es su momento y cuando debía haber reaccionado no reaccionó. Algunos dicen, es un trapo de piso, entonces ya no podemos esperar más nada de él. Y esta otra cosa, lo del valor de la prudencia… Aristóteles dice que la virtud del político, es lo que llaman en griego kairós; que es la intuición del tiempo oportuno. Sería un dios que nos visita y nos dice: es el momento, no es el momento. Quiere decir que la realidad, que el tiempo, es desparejo. Hoy llueve, mañana hay sol y hay que adaptarse a las variaciones del tiempo político. Lo que parece obvio en un momento, es imposible en otro. Esta es la otra versión de Scioli, que yo creo que se ha ido cotizando…. La derecha, está claro, le formula un reclamo a Scioli: es la hora de confrontar y romper.
En fin, así están las cosas. Los articulistas de la oposición -con enorme trayectoria en la promoción de “soluciones democráticas y populares”, ¿no?- están jugados a la alternativa Scioli opositor, frente a la “crispación” que promueve el kirchnerismo.
Y, en este marco, importa lo que señala Manuel Mora y Araujo, desde el periódico Perfil: Hay una demanda que emerge de la ciudadanía: una síntesis entre lo que hoy se obtiene del Gobierno y lo que podría esperarse en los planos en los que el Gobierno disgusta. Esa demanda ya motorizó el voto que consagró a la Alianza en 1999: se buscaba mantener lo que andaba bien (que, después resultó, que no andaba tan bien) y mejorar lo que la sociedad no quería. La Alianza fue, en ese entonces, la respuesta que buena parte de la sociedad esperaba. Scioli se encuentra, hoy, en el preciso lugar en que podría ser la respuesta a esa demanda -exactamente lo que catapultó a Julio Cleto Cobos al estrellato hace dos años-”. Un tanto ambiguo, ¿no? Pero lúcido a la hora de especular sobre aquello que ronronea (no ruge todavía) al interior del kirchnerismo: Scioli como constructor de una nueva mayoría, sin el lastre K.
Dejamos para el final este sugestivo párrafo de Horacio Verbitsky, en Página/12: “Scioli fue interrogado en una radio (financiada en gran parte con publicidad del gobierno bonaerense) acerca de su candidatura. 'Si tiene que llegar, llegará', respondió luego de argüir que no pensaba en términos personales, sino en ponerle el hombro al país. Un funcionario de primera línea del Poder Ejecutivo sostuvo esta semana que la participación de Scioli en una primaria presidencial, fue acordada con Néstor Kirchner, que de este modo legitimaría su candidatura en una elección tanto o más significativa que la radical, entre el vicepresidente Julio Cobos y el diputado Ricardo Alfonsín. El acuerdo incluiría seguridades, cuya índole no aclaró, sobre la victoria de Kirchner en esa primaria. Uno de los líderes del Frente para la Victoria en el Congreso afirmó que el proyecto de Scioli está más avanzado de lo que se cree y lo resumió en siete precisas palabras: 'Por las buenas o por las malas'. Pero muy cerca de Kirchner nadie cree que Scioli se anime a desafiarlo. La idea predominante es que esa candidatura es una expresión de deseos de Clarín y del filántropo colombiano Francisco de Narváez, quien esta semana confirmó su amistad con Scioli y dijo que no tenía otra diferencia con él que su pertenencia al kirchnerismo, lo cual se parece demasiado a una invitación pública a saltar el cerco.
Más allá de estas operaciones de la prensa hegemónica para lograr que Scioli salte el cerco, es probable que la discusión en la blogosfera nac & pop continúe en torno de aquello que representaría el gobernador bonaerense en tanto relevo del oficialismo, sobre lo que suma o resta, sobre su posible papel en la dialéctica cambio/continuidad, despejada -según pensamos aquí- cualquier expectativa de “superación”. En este punto, la referencia ineludible en estas horas es el posicionamiento firme de Hugo Moyano, que ya mostró los dientes y señaló un escenario de conflicto entre los trabajadores organizados y el “cauto” Scioli. Puestos a elegir, creemos que el “modelo” se defiende con K. Y ahí apostamos.

10 comentarios:

Javier dijo...

El perfil de Scioli y su forma eliptica de hacerse el boludo todo el tiempo y de nunca decir nada hace que pululen las campañas del establishment para lograr que se asu candidato. Hace semaans que venimos escuchando de las diferencias entre Nestor y Scioli , pero Sciolialimenta eso con su propia historia , igualmente creo que ya s ehablo bastante del tema , Scioli como presidente es una candidatuira de la derecha , no se concibe que Scioli sea candifdato del kirchnerismo , si de mantiene dentro del etspacio sera gobernador o nada tal como decia ayer Moyano auqneu llore Artemio Lopesz no hay esopacio en el kirchnerismo para un motonauta con demadiada suerte y una increible buena imagen que mantiene por no definirse nunca y porque hay capazx de la pobacion que detectan que es perfectamente manipulable y pueden regresar a la era menemista de rubios de ojos celestes ( porque el establishment es bien recista ).

Un abrazo

Ricardo dijo...

Creo que el modelo se profundiza con K. Scioli sería, más que una incógnita, un freno al modelo.

Como decía la semana pasada: si Scioli es el candidato, a quien hay que mirar como responsable es a la sociedad. Pero ojo que, como dice el Perro, los K tienen un piso bastante alto con el que enfrentar una interna.

Scioli es parte de la realidad. Me parece que los analistas sobreactúan y lo pinchan, claro, para que se diferencie y pelee con Kirchner cuanto antes, ya que los esmerilaría a ambos.

Cambiando de tema: que feo escribe Van der Kooy, ¿eh? Eso del "maullido", que usted magistralmente convirtió en ronroneo. Me arrancó una sonrisa, vea.

Un abrazo.

Daniel dijo...

"El perfil de Scioli y su forma eliptica de hacerse el boludo todo el tiempo y de nunca decir nada"

Así, tal cual lo dice Javier, era De La Rúa. Que hablaba mucho pero nunca decía nada.

Lo de Scioli es el sueño dorado de la basofia de este pais que este fin de semana hizo suspirar a Marianito Grondona.
La "alvearización".
Si no puedes bajarlo, alvearizalo, que así podés juntar fuerzas... para bajarlo después.

Yo me la veía venir, pero para el 2015. Y sigo pensando que por más fuerza que haga Grondona porque sinó "se va a perder su oportunidad histórica" (como dijera); Scioli piensa tirarse en el 2015.
Me parece se van a llevar una sorpresa, porque de seguir profundizando el modelo, vamos a contar con candidatos "mas radicalizados" para el gusto de los "repúblicos".

A.C.Sanín dijo...

Javier: Acuerdo con vos en que el “estilo” de Scioli, sus indefiniciones, hace posibles y creíbles esas campañas del establishment. Lo que resulta llamativo es el tono, la vehemencia del reclamo, que a menudo roza el insulto y la descalificación. Alguien habló ayer, en “6,7,8”, de “psicopateadas”, y creo que acertó. Un abrazo.

Ricardo: Coincido. Tal vez, como desliza Verbitsky, la cuestión se resuelva en una
interna que le otorgue más volumen al ganador. Como le comento a Javier, no deja de sorprenderme esa “sobreactuación” de los analistas, mojándole la oreja para que reaccione. Y, sí, realmente escribe feo. Gracias por el elogio. Un abrazo.

Parece, Unfor, que se aceleraron los tiempos de Scioli, y por eso las exhortaciones de un lado y del otro. Me llamó la atención esta frase de Grondona: “A mí me dicen, ya Scioli se agachó tantas veces, soportó tantas cosas… Mirá, les digo, el caso de Cobos te enseña esto: nunca es tarde si la dicha es buena, como dice el refrán. Cobos parecía que era un vice de Kirchner, un radical que había traicionado al partido, y esa madrugada que votó contra la 125, es como que renació.” Estaba mu entusiasmado, sí. Un abrazo.

Sujeto dijo...

Amigazo Sanin:
Como siempre, muy bueno lo tuyo.
Me parece claro el operativo "clamor" por parte del holandés, del catedrático golpista, y del maullador
del doble apellido opositor; el que no termina de cerrarme es Verbitzky porque tengo -siempre- con él la sensación de que va más allá.
Te mando un afectuoso abrazo

Unknown dijo...

Ja compañero, que interesante se pone la cosa. No se me había cruzado por la cabeza lo del armisticio.

Eso sí, yo no creo que pueda cruza el cerco, la pcia hoy depende como nunca en la expación de su desarrollo de la nación, y además CFK ya con un 40% de intención, mmm, no sé, expresión de deso como sugiere usté en el post compañero!

A.C.Sanín dijo...

¿Cómo te va, Sujeto? Y, sí, como decís, Verbitsky va más allá. Habla de una estrategia compartida entre Kirchner y Scioli, una suerte de partido de desempate “arreglado”, o algo así, ¿no? Me parece sorprendente que esta hipótesis no haya generado ninguna repercusión. Te mando otro afectuoso abrazo para vos.

¡Hola Manuel! Vos sabés: tenemos que ponernos de acuerdo en 6, 7, 8 cosas y, después, que gobierne cualquiera. Al fin de cuentas, sólo sería una cuestión de “matices”. ¡Hay que terminar con la confrontación!, decía Duhalde esta misma noche en TN. Coincido con vos: la tiene complicada Scioli para dar el salto, la Provincia es muy dependiente, CFK mide bien, pero… ¿Qué se yo? La tentación tira más que una yunta de bueyes, ¿era así? Bueno, yo no le confío. Espero equivocarme. Un abrazo.

Anónimo dijo...

En mi pobre entender sobre lo mediático que proponen en Scioli
de un lado y del otro, no deja de ser solo éso, además en sus silencios
reutenianos deja entrever el coqueteo
de todo aquel que se siente alabado,
los ronroneos que quieren oir los
VDK o los Morales Solá son los mismos
que querian del lole otro silencioso
que tiene más miedo a perder que
arriesgar y me parece que a Scioli
le pasa lo mismo, no creo que se aleje de kirchnerismo, no es tan
boludo como parece, pienso no se.

Un Abrazo.

A.C.Sanín dijo...

Roberto: Es así, necesitan escuchar algo que, por el momento, no se dice. Ojalá tengás razón y no tengamos que afrontar el costo de otra traición. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Vamos, Sanín, mucho tiempo sin ssubir nada. Esperamos Su Palabra!