martes, 11 de diciembre de 2012

La torpe política de las fotos de Clarín, negando lo evidente y promocionando lo imposible.

La exitosa movilización convocada por el kirchnerismo generó, como era previsible, respuestas indignadas desde la oposición. Queda para los historiadores del periodismo gráfico el diverso tratamiento icónico que ofreció “Clarín” a la marcha opositora del “8N” en su tapa, tan elocuente y entusiasta, en comparación con su versión de este lunes, luego del “9D”, sin foto alguna de la multitud que acompañó a Cristina. Y, digamos, sí, que “La Nación” se mantuvo fiel a la buena lógica del periodismo gráfico y no ocultó el documento “visual” de una Plaza de Mayo plenamente ocupada. Esta torpe política de las fotos que censura lo evidente señala la impotencia de “Clarín” a la hora de comunicar todo aquello que desmiente su propio relato sobre la marcha de las cosas. A punto tal que, a la hora de fotografiar la Plaza de Mayo, lo hizo después, al día siguiente, exhibiendo imágenes que documentaban los residuos de la fiesta popular, botellas de plástico y papeles. Un desafío para Mauricio Macri, el intendente, que debe ocuparse del “alumbrado, el barrido y la limpieza”.
Pero, la política de las fotos anti K encontró su versión propositiva. No ya como simple negación de la movilización popular sino como exaltación de la “unidad opositora”. Según “Clarín”: “En el Comité nacional de la UCR, los radicales Ricardo Alfonsín, Ernesto Sanz y Julio Cobos, además del presidente del partido, Mario Barletta, recibieron al jefe de Gobierno Mauricio Macri, el líder del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, a los diputados del PJ disidente, Francisco De Narváez y de la Coalición Cívica, Alfonso Prat Gay y de Unión por Todos, Patricia Bullrich, entre otros.” El Grupo A, reciclado, bajo la batuta de la UCR. ¡Carta ganadora!
Es obvio que cualquier discusión acerca del porvenir se libra dentro del peronismo, y de sus posibles liderazgos. Mientras tanto, Cristina recibió el domingo un elocuente respaldo popular. Y envió un fuerte mensaje hacia las corporaciones, tanto la mediática como la judicial. Vivimos tiempos interesantes.

6 comentarios:

Sujeto dijo...

Amigo Sanin,
Lo de Clarín ya es pueril, y lo de "la oposición", ni te cuento.
¿Estaremos ante el país-jardín de infantes de M.E. Walsh?
Abrazo

Daniel dijo...

Yo creo que de a poco el poder corporativo en general, va perdiendo puntos frente a esta realidad de un gobierno decidido a cambiar las cosas. Lo importante es no perder el rumbo y tener paciencia, si no vamos a retroceder.

Ricardo dijo...

Clarín, quizás más tarde que temprano, ya fue. No en el sentido de su capacidad para imponer agenda, pero sí en su capacidad para arrancarle prebendas al poder político.
Siempre y cuando, claro, que quien tome la posta decida no volver a compartir el poder. Esa posibilidad ahora existe. Antes, no.

¡Abrazo!

A.C.Sanín dijo...

Amigo Sujeto: Puede que sí. A esta altura, el lector de “Clarín” no busca información sino “relato” anti K. Hay un pacto de lectura muy sólido allí. Un abrazo.

A.C.Sanín dijo...

Daniel: Es interesante seguir las reacciones que se están produciendo en el Poder Judicial y el debate abierto en torno al significado de su “independencia”. Pareciera que el escándalo de cautelares precipitó una polarización que estaba larvada y ahora se hace pública de una manera inédita.

A.C.Sanín dijo...

Ricardo: Como decís, recortar el poder del partido “Clarín” es una tarea que excede al mandato de Cristina. Y lo mismo sucede con la plena aplicación de la Ley de Medios. Dependerá de quien tome la posta si aprovecha esa oportunidad inédita o la despilfarra.
¡Abrazo!