martes, 9 de octubre de 2012

El publicista Lanata nuevamente en problemas en la tierra de Chávez. ¡Otro papelón en conflicto con los aduaneros!

Es obvio, que al publicista Jorge Lanata no le resultó bien su excursión a Venezuela para apoyar a Henrique Capriles, en su intento de vencer al presidente Hugo Chávez. No, a punto tal, que terminó abruptamente la emisión de su programa “Periodismo para Todos”, por Canal 13, quince minutos antes de lo previsto. Lanata no pudo ofrecernos un cierre, tan locuaz, tan canchero, tan irónico, como suele ser, porque la enorme derrota política de la derecha en tierras bolivarianas lo dejó sin palabras.
El último recurso de Lanata (y del Grupo Clarín) es la promoción de escándalos. Y así sucede cuando en las versiones digitales de los medios dominantes se difunde la “noticia” acerca de los problemas, de las supuestas restricciones que afectan a Lanata a la hora de viajar hacia nuestro país.
Se trata de un contrapunto de voces. Según Clarín y La Nación, dijo Lanata: “Fue insólito. Nos acusaron de que que (SIC) estábamos haciendo espionaje. Nos interrogaron un largo (SIC), más que nada a mí y a Nicolás Wiñazki (NdR: periodista de Clarín). Revisaron exhaustivamente los equipajes y retuvieron nuestros pasaportes. Ahora nos liberaron y vamos a poder abordar el avión pero nos borraron todo lo que teníamos en las computadoras y los teléfonos”.
Sin embargo, frente a este relato, hay otra versión. La enviada especial del programa “6,7,8” para cubrir las elecciones, Cynthia García, entrevistó en vivo al embajador argentino en Venezuela, Carlos Alberto Cheppi, quien se refirió a esta cuestión en litigio informativo.
Cheppi, al explicar lo sucedido, afirmó: “Lanata pasó los controles exhibiendo provocativamente una carpeta de los servicios de inteligencia venezolanos. Eso motivó el alerta de los controles”. Y agregó: “Es como si alguien quiere entrar a Estados Unidos con una carpeta que diga “CIA”. Y aseguró que se trató de “un procedimiento de rutina”, y que el periodista “estuvo una hora y cuarto demorado” pero que “nunca estuvo detenido”. Asimismo, subrayó que las autoridades venezolanas afirmaron que “no se le borró el material a nadie”, en respuesta a las declaraciones de Lanata que denunciaba haber perdido toda su información. Y algo más, el embajdor argentino Cheppi declaró que recibió una llamada de Jorge Lanata, quien le pidió “ayuda” para minimizar los efectos previsibles de su provocación.
En fin, Lanata y la “armada brancaleone” de opositores argentinos que viajaron a Venezuela volvieron con la cabeza gacha, muy derrotados. Y este chiste, esta boludez que formula el publicista, victimizándose, es apenas una cañita voladora, un intento torpe para justificar el fracaso de la enorme, desmesurada, incomprensible inversión (económica, comunicacional, y simbólica) que hace el Grupo Clarín para sostener a un figurón que no tiene aguante cuando la realidad le pega una bofetada. Porque ante un resultado electoral adverso se escapa. Los aduaneros venezolanos tienen razón: Lanata no quiso declarar algo que “tenía muy adentro”, no precisamente en sus valijas.

3 comentarios:

Daniel dijo...

Y si, están decididos a inmolarse con cualquier paparruchada con tal de ver si pueden jodernos. Ya no tienen límites. Y eso, que por un lado es bizarro, por otro es peligroso.

Sujeto dijo...

Brillante su ironía maestro..
Y con respecto a Lanata, cada vez más barato este tipo, es penoso.
Abrazo

A.C.Sanín dijo...

Daniel: Sí, muy de acuerdo. Están muy sacados.

Sujeto: Gracias por el elogio. Sí, es penoso su papel. Un abrazo.