viernes, 19 de noviembre de 2010

La inesperada reflexión de Nelson Castro.

Hay que verle la carita a la tal Cynthia Hotton -¡cómo le gustan las cámaras, figurar en una maratón junto a Cobos, transpirar y llorar!-, para colegir que es una artista en ciernes. Una víctima, ponele, de su ambición. Como esas chicas que se exhiben buscando fama y después se arrepienten. Y sí, la tal Cynthia es un personaje menor que se juega a una coyuntura de alta exposición pública. Convengamos: es “videogénica”, da bien en cámara, pero la supera la situación. No tiene agallas para conmover denunciando en serio a nadie.
Y, de otra parte, está la hierática santacruceña, Elsa Alvarez, que tenía un secreto guardado y que se prestó a la agresión de los periodistas que le reclamaron una y otra vez que diera nombres. Menos espresiva, claro, pero tan carente, tan inconsistente al fin, como la otra, la Hotton. Son ellas, al fin, la expresión de la “nueva política” que nos regaló la victoria opositora en 2009. Lo que debe preocuparnos es que estas dos mujeres son diputadas nacionales. Dos tipas que votan y deciden acerca del destino de todos los argentinos. Y ahí estamos.
Obviamente, la gran titiritera de este circo fue Elisa Carrió que las empujó a la escena y les dictó el libreto. Y después de esta semana de “dimes y diretes”, de sospechas que quebraron la unidad de las fuerzas de la oposición, que sembraron dudas sobre cualquiera que intentara sostener una negociación política, vale preguntarse quién ganó, después de la “piña” de Graciela Camaño a Carlos Kunkel.
Lo cierto es que, anoche, Nelson Castro (un activista descarado del operativo “presiones”) sorprendió con su balance de la cuestión pugilística:  “Qué episodio lamentable, ¿no? Algunas cosas para reflexionar. Carlos Kunkel es un provocador, sin duda. Y como tal, su actitud es permanente, lamentable, y juega un rol. Dicho esto, debo decir que la conducta de la diputada Camaño ha sido lamentable. Porque, precisamente, ahí está el temple de un político, alguien que es presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales. Y debo decir, además, en el contexto de lo que se escuchó, que esta no fue de las peores provocaciones de Kunkel. Que lo que decía Kunkel, en realidad, es algo ya dicho y que está en el comentario de la calle y de mucha dirigencia política durante mucho tiempo. Así que no fue precisamente esto que dijo Kunkel algo que estuviera alejado de la realidad,  para ser ecuánimes, porque me parece que de esto se trata. Porque lo pongo en otro sentido: qué hubiéramos dicho nosotros si esto lo hubiera hecho alguien del Gobierno. Y, yo le hubiera reprochado y le hubiera dicho: el que lo hizo, si el que lo hizo es el presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, debe renunciar. Más allá de las disculpas. Y yo creo que esto debería hacer Graciela Camaño. Más allá de sus disculpas, yo creo que debería renunciar. Curioso, ¿no?

8 comentarios:

MÓNICA ADRIANA dijo...

lo que ocurre es que Nelson es corporativo pero no come vidrio y si bien detesta al gobierno creo que desprecio a esta derecha bruta y torpe.

A.C.Sanín dijo...

Mónica: Coincido. Nelson puede ver un poco más allá y sabe que con personajes como Camaño no se construye la mayoría que pueda derrotar al kirchnerismo. Además, él presume estar por encima de estas peleas, ¿no?

Javier dijo...

Cuando la camara federal ratifico el procesamiento de Macri como iintegrante de una aspociacion ilícita ( actualmente a la espera del juicio oral y publico ) dijo tambnbien que deberia pedir licencia o renunciar Macri . Ante el show cirsence terrible que dio el grupo A hay que ser muy boludo para no darse cuenta que si te sumas quedas pegado y el medio pelo compra TN , pero no llega a tanto

Sujeto dijo...

Hola Amigo Sanin
Interesante lo que dice Nelson Castro; y no sé, es un poco aventurado lo que voy a decir, pero el tiempo lo corroborará: después del 27/10 el salto que pegó Cristina en las encuestas, la descomposición del Peronismo Feudal, la implosión del Pro, que ni siquiera ya tiene disciplina legislativa, la "sosedad" radical, la proximidad del bendito ADN (perdón por no dejar de nombrarlo nunca, pero creo será el tiro del final)y el avance lento, con obstáculos, pero firme de la Ley SCA se vienen malos aires para el Magnettismo; no me extrañaría que gradualmente se vayan produciendo ciertos "reposicionamientos" estratégicos en muchos comunicadores, al menos de los que han estado en una segunda línea de agresión al gobierno. Esto es, no tanto como tomar una postura favorable, sino, gradualmente, ir yendo hacia cierto equilibrio.
La pregunta es ¿seguirá Clarín del mismo modo si Cristina triunfa en 2011? ¿Seguirá Magnetto ? ¿Estará libre Ernestina Herrera, en el sentido legal, para manejar el grupo?
Imagino que son preguntas que se debeb estar haciendo muchos de los como bien decís, "activistas" del multimedio.
Te mando un Abrazo

Ricardo dijo...

Creo que Nelson Castro hace política con sus dichos. Como todos, periodistas, blogueros, el verdulero, pero Nelson es un poco más vivo.

¿De qué sirve que diga una sola vez, como al pasar, que Macri debería pedir licencia? Cuando dice, en cambio, que lo censura el kirchnerismo se genera la bola de nieve mediática. Lo único que hace, entonces, es ser consecuente con su discurso republicano sin poner en riesgo ninguna posición para el Grupo A, brazo político del Grupo Clarín.

No creo que Camaño renuncie porque Castro lo diga. Distinto sería que hubiera presión por parte del oligopolio en ese sentido. Y la presión estuvo puesta en demostrar que fea y sucia es la política.
Lo importante, en TN, en Clarín, se pone en los títulos y en los zócalos. Y los zócalos del programa de Nelson eran demasiado obvios (como siempre, bah) pero no por eso menos efectivos sobre las mentes colonizadas. Mientras estuvo Randazzo el zócalo decía: "Después del escándalo". Sólo eso y la cara del ministro.
Llegó la diputada Álvarez y ahí el zócalo pasó a rezar: "Después del escándalo. ¿Será más difícil lograr acuerdos en el Congreso ahora?". Listo.
Obras maestras por lo simples, vea oiga.

Un abrazo.

A.C.Sanín dijo...

Es cierto, Javier, también le pidió la renuncia a Macri. (Aquí mismo lo señalamos). Pero, sigue resultado curioso, en tanto Nelson no le hace asco a nada de la línea editorial de TN.

Amigo Sujeto: comparto lo que señalás. Supongo que al interior del Grupo todos hacen sus cuentas a futuro. Nadie sabe qué sucederá pero es probable que la “edad de oro” de Clarín esté en el pasado. Los “gurkas” no van a aflojar, pero otros -los que tienen más juego libre, un capital de credibilidad personal- tal vez se desmarquen y -como decís- procuren otro equilibrio. Ante la hipótesis, no tan alocada, de la reelección de Cristina, parece plausible suponer que la Ley de Medios Audiovisuales se aplicará en plenitud (incluida la exigencia de desmonopolización) y allí se abrirá otro escenario. Supongo que Nelson Castro también especula cuando se desmarca del discurso dominante, al que sirve y niega sucesivamente. Un abrazo.

Ricardo: Es cierto que los zócalos de TN construyen sentido, y vos señalás muy bien como operan. Y es cierto, también, que los reclamos de Castro son tan efímeros como hipócritas. De acuerdo en todo. Pero, me pregunto: ¿no será, acaso, que el periodista percibe que vivimos un cambio de etapa y que la reivindicación de la “piña” de Camaño no es compartida por el conjunto de la audiencia? Me pregunto: ¿no será que él se desmarca del trazo, tan grueso como torpe, de los otros periodistas del Grupo que acabaron justificando esa violencia? Por algo será, supongo. Un abrazo.

ram dijo...

Mi impresión es no falta mucho tiempo para la "reingeniería" de las primeras líneas de clarín; el fracaso del batallón de figuritas es grosero y cada día que pasa están un poco peor.
Si el jefe tiene que preocuparse por su salud, los secuaces deben estar muy preocupados por su permanencia en los cargos, ganan bien, tienen "prestigio" y la vida les sonreía hasta el fatídico 2008, cuando al gobierno se les ocurrió enfrentarlos - la comodidad de saberse impunes los terminó jodiendo y los derrapes y puestas en envidencia de sus operetas alimentaron el descrédito, lo jodían al gobierno y aguantaba, para colmo, la gilada se avivaba con lo cual el gobierno no solo aguantaba sino que avanzaba y los dejaba en orsai.
El muñeco éste, castro, a diferencia de los otros, es medio un opinador que se hizo solo y que con el gesto serio y los mohínes avinagrados pasaba por "independiente"; ya es evidente hasta para el loro de mi tía que no lo es pero, debe ser lo suficientemente lúcido como para pensar en que ya es hora de dejar archivos que lo muestren como "neutral", "ecuánime" y siempre, pero siempre, "serio".
Pedir la renuncia de la ogro camaño es muy fácil, si total a Kunkel le da mucho peor, o que macri pida licencia (¿Cuándo labura ese muchacho?). Pero le importa un comino la legalidad democrática, con esos trozitos de decencia discursiva va a chamuyar para conservar el puestito o conseguirlo en otro lado. Mientras un ghurka, próximo jubilado, como vanderkooy sobreactúa y llega al insulto, el nelson es más modosito y espera que pase el diluvio.
Un amor estas gentecitas

A.C.Sanín dijo...

Es cierto, RAM, los voceros de Clarín acumulan torpezas. La directiva política -“oponerse a todo”- corroe cualquier pretensión de “hacer periodismo”. En el marco de la batalla campal que les planteó el Gobierno perdieron la banderas de la objetividad, de la imparcialidad y de la independencia. Y quedaron expuestos en su papel de defensores de intereses políticos y económicos. El kirchnerismo los condujo desde la virtualidad al campo de la realidad. Y, sí, en ese marco, Castro construyó un personaje, y se preocupa por su porvenir, por sus “archivos”. Y, del otro, Van der Koy, firmó el pacto de sangre, está jugado, y acompaña hasta el final. Son “un amor”, nomás. Un abrazo.