domingo, 29 de diciembre de 2013

“Clarín”: ¡gracias por el fuego! ¡Un fuerte abrazo a Roberto Dromi, a EDESUR y EDENOR! Y pidan perdón a las viejitas que hicieron llorar en cámara.

Según “Clarín”, el Gobierno nacional está en deuda ante la histórica sucesión de días de calor y cortes en el suministro de energía eléctrica en barrios de la Capital y el Conurbano bonaerense. “Once días de calor y cortes, sin respuesta política” escribe un tal Pablo de León, y la pregunta es: ¿cuál sería esa respuesta política que reclama “Clarín”  con una vela en la mano y un balde de nafta en la otra?
“Clarín” dice que “el Gobierno no toma decisiones y toda su respuesta apunta a culpar a las empresas”. Otra vez: ¿cuáles son las decisiones que el Gobierno podría tomar ahora mismo para resolver el fallo en la distribución de electricidad en las áreas concesionadas a EDESUR y a EDENOR?
La insuficiencia de las redes de distribución no se subsana de un día para el otro con ninguna decisión política. Hoy, hoy mismo, y mañana y pasado sólo nos queda aguantar y jodernos. Porque los efectos de la falta de inversión estratégica de las empresas eléctricas no serán resueltos en cuestión de días. Ninguna decisión política nos aliviará el presente.
A esta altura de las cosas, vale pensar ¿qué está pidiendo “Clarín”? Obviamente, una muy elocuente confesión del supuesto fracaso de la política energética del Gobierno nacional. Se entiende: piden la renuncia del ministro de Planificación Julio De Vido, o del secretario de Energía Daniel Cameron, y que ese costo político lo pague la presidenta Cristina, que según dicen los opositores está en el sur de vacaciones jugando con su perrito Simón entre bolas de nieve, desnuda como en la tapa de “Noticias” mientras nosotros aquí, abandonados ante el calor y el apagón.
Pero también piden una “solución” largamente reclamada por las empresas eléctricas: el aumento de las tarifas. Según nos dicen, con tarifas más caras no habría fallos en la prestación del servicio. Sin embargo, en otras provincias donde el Estado nacional no subsidia, y las tarifas son más caras para los usuarios, también hubo cortes ante el “calorón”. ¿Entonces, “Clarín”?
Ahora mismo, no hay ninguna decisión posible, ni radical ni urgente, del Gobierno nacional que reconfigure de un tajo el sistema de distribución eléctrica en crisis. Puede ser legítimo reclamarle al Estado la recuperación bajo su órbita y tutela de estos servicios, tal como se hizo -muy exitosamente- en los casos del Correo Argentino, AySA, AFJP’s, Aerolíneas Argentinas, ferrocarriles y otros. Pero, ninguna intervención o nacionalización resolverá en los meses por venir esta exposición a la emergencia eléctrica. Estamos a merced de los vientos, y los opositores destituyentes, están soplando muy fuerte.

Crónica de otro día acalorado en la Capital, según TN. Indignaciones y porteños al palo.
Aquí, el guión de una docu-ficción bien anti K, emitida el viernes por noche por el canal Todo Nefasto (TN).

El zócalo de TN prometía periodismo de investigación: “Las historias detrás de los cortes” decía el graph, con el ulular de ambulancias como música de fondo. Y exhibieron un video hábilmente editado. Y con la voz de Julio Bazán siempre compungida, casi estrangulada por la emoción, diciendo: “Ancianos sin luz ni agua, presos del calor. La angustia y los achaques de la edad de los pisos más altos de una torre de 20 pisos, rescatados por los bomberos y auxiliados por el SAME en medio de la inquietud de sus familiares y cuidadores.”
Y aquí, el testimonio de una mujer, del barrio porteño de Boedo, mientras el zócalo dice: “Algunas personas mayores debieron ser ayudadas para bajar de su departamento”.
“No me puedo ni bajar ni subir la escalera porque tengo las dos rodillas mal. ¿Cuándo vendrá la luz, no? La verdad que no se puede estar sin luz”. Obviamente la señora atrapada en su departamento expresa su legítima queja. Pero: ¿dirigida a quién?
Sigue Bazán agitando la indignación: “La crisis energética ya plantea situaciones e imágenes propias de grandes emergencias y catástrofes. Es lo que sienten que están viviendo los afectados, librados a sus suertes. Vecinos que hasta se pelean entre ellos por culpa ajena”.
Y aquí, imágenes de personas en conflicto, una discusión incomprensible, alguien que golpea unas rejas y una mujer que le dice “éste no es el modo”. No se entiende nada. El discurso rector, el que otorga sentido es el que enuncia Bazán. “El problema de la falta de luz, en vez de disminuir, parece aumentar a cada momento”. (Alguna vez, por el bien de todos, debiera penalizarse a los terroristas verbales, de Bazán a Carrió, y los que siguen).
Una señora testimonia desde Mataderos.
“Esta mañana empezaron explosiones, humo, mucho humo. La desesperación de sacar a la gente que vive acá. Se quemó esta central. Hoy me quemaron todo: las heladeras, el freezer y el aire”.
La edición pasa a Villa del Parque:
“Venir con el auto y ver que están todas las calles iguales, que todo el mundo se está quejando. Que hay gente que la está pasando peor que yo, que estoy embarazada de 8 meses y el calor me afecta muchísimo… La verdad es que me siento desamparada, ya. Siento que estamos solos”.
Bazán: “La paciencia de la gente, puesta a prueba durante días y días, hace rato que se agotó. Crece el malhumor social, crece la intensidad de las protestas y crece lo estratégico de los escenarios de las quejas, que no sólo cortan calles sino vías de ferrocarril o autopistas”.
Y aquí el graph de TN dice, excitado al palo: “Explotó una cámara de distribución y la zona se quedó sin luz”. ¿Dónde, qué zona? No se sabe. ¿Acaso importa?
Y llegan los testimonios desde Flores, ese tan clase mediero barrio porteño, con imágenes de caceroleros. ¡Ahí van!
“Esto ya es vergonzoso. La verdad, alguien se tiene que hacer responsable. No sé, yo ya no aguanto más. Mi salud no sé hasta dónde va a dar”, dijo un señor zezeozo, convenientemente indignado para declarar ante TN.
“¿A mí quién me paga todo esto? Todo lo que yo tiré, lo días que no trabajé. ¿Quién me lo paga? ¡Nadie!”, dice una mujer.
Y sigue el fogonero Bazán: “El sufrimiento está vulnerando, no sólo el derecho a tener la luz que se paga, sino también otros derechos humanos elementales, como la libertad ambulatoria”. (?)
Y aquí viene un testimonio decisivo de un vecino de Avellaneda, en el primer cordón del conurbano bonaerense.
“Uno para vivir como un ser humano… higiene. Normal, de cualquier persona. Baño. Lo que todos necesitamos, hasta la presidenta, aunque no lo parece”. (Y aquí queríamos llegar, obvio, es “La Yegua” la culpable. Y el editor de este bofe se ganó el premio a la obviedad).
Y otra señora, también desde Avellaneda:
“Llamamos al ENRE, y nos dice que cada tres horas sigamos haciendo los reclamos. Llamamos al Ministerio (?) y no nos atiende. Estamos a la deriva”.
Y sigue Bazán, acentuando la línea editorial del Grupo Clarín, tan partidario del desguace de SEGBA y siempre tan amigo de las empresas beneficiarias de la privatización, EDENOR y EDESUR, que tanto dinero gastaron publicitando en los distintos medios del Grupo: “El Gobierno se limita a echar la culpa a las empresas, ocultando las propias”.
Aquí TN inserta un video del Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, cuando -ante la indignación general de los opositores- ¡exige que las empresas prestadoras se hagan cargo ante sus clientes de la suspensión del servicio y resolver los problemas! ¿Cómo puede ser tanta maldad?
Y sigue Bazán, sordo y encapsulado en su directiva de culpar al Gobierno nacional, con una banda de sonido y video de batido de cacerolas cortando la calle, que también significan, ¿no?: “Y la falta de mensajes de contención o esperanzadores desde las empresas o desde el poder acentúa la sensación de desamparo, de frustración, que alimentan las protestas”.
Testimonio desde Villa Crespo:
“Yo soy cardíaca, pero me bajé por mis hermanos, porque me duele ver como tiramos las cosas que nos cuesta ganar”.
Bazán: “La gente se siente defraudada por las empresas prestadoras y desamparadas por el Estado, responsable de hacer que cumplan con sus compromisos”.
Y más testimonios de Avellaneda, declarada capital bonaerense del sufrimiento ante el fallo energético, según TN. Y tenemos el testimonio de dos señoras:
“Mi hermana tiene 88 años y yo 86. Hasta ahora estuvimos bien, pero ¿quién se acuerda de nosotros? (comienza a llorar ante la cámara, obviamente conmovida). Nos tenemos que tirar un jarro de agua (gracias al portero que nos trae) en la cabeza, para bañarnos. Ni siquiera nos podemos enjabonar. Es terrible esto. ¿Qué hace la Presidenta? Que Dios me perdone, pero no se acuerda de nosotros. ¿Quién tiene la culpa?”.
Y luego, TN mostró una pantalla dividida en cuatro partes. En vivo: Villa Crespo, Caballito, Mataderos y Palermo. Y así siguieron un rato más avivando el fuego. ¡Que no decaiga!

1 comentario:

Clari dijo...

como es en la actualidad que con una camaras de foto o de video se puede demostrar las cosas... es un arma de doble filo pero gracias a ello podemos contar historias, y apoyarnos en datos verdaderos!